Una simulación es la entrada en vigor de los nuevos lineamientos para retirar de cooperativas los llamados alimentos chatarra, porque en los hechos seguirán vendiéndose esos productos, pero en chiquito, lo cual no tiene ningún beneficio nutricional ni soluciona el sobrepeso ni la obesidad, aseguró el diputado local Alejandro Sánchez Camacho.
El asambleísta expresó que las autoridades educativas y de salud federales “sólo le taparon el ojo al macho”, porque el que ahora se puedan vender los mismos productos sólo que en raciones o envolturas más reducidas no frenará el alto consumo de estos alimentos chatarra en los planteles de educación básica.
“Ahora podrán alegar que venden chicharroncitos y gansitititos, pero al final las consecuencias van a ser las mismas”, aseveró.
Declaró que habría que reclamarles a los secretarios de Educación Pública y de Salud federales, Alonso Lujambio y José Ángel Córdova Villalobos, respectivamente, qué tienen intereses políticos de corto plazo y largo plazo con las trasnacionales líderes en comida chatarra, pues quieren quedar bien con las empresas que producen este tipo de alimentos.
Agregó que la Secretaría de Economía, encabezada por Bruno Ferrari, también metió la mano de una manera muy notoria a favor de los empresarios, lo que finalmente se traducirá en una catástrofe de salud pública en muy poco tiempo.
El diputado perredista lamentó que se sacrifique el interés público de niños y niñas del país, en aras de mantener contentos a las grandes empresas que jugarán un papel preponderante en las próximas elecciones del 2012.
Estamos ante la claudicación de parte del Estado, dijo, específicamente de la SEP y la Secretaría de Salud federales, dependencias que se habían comprometido a enfrentar este problema, donde desgraciadamente México ocupa el primer lugar mundial de niños obesos y con problemas de sobrepeso infantil.
Sánchez Camacho comentó que el Gobierno Federal fue cediendo ante el embate de esta industria que ha llegado a facturar hasta 50 mil millones de pesos al año.
Sostuvo que las escuelas se han convertido en un centro de venta fundamental para estas empresas que no tienen empacho en seguir promoviendo la mala alimentación que genera los problemas de sobrepeso y obesidad.
Aseveró que México es el país que tiene más anuncios y comerciales de este tipo de productos que no tienen ningún beneficio nutricional, pero que producen jugosas ganancias.
Emplazó a los titulares de ambas dependencias a enfrentar con seriedad el problema de sobrepeso y obesidad en las escuelas de educación básica y dejar de lado sus intereses personales.