Para realizar mejoras y obras de mantenimiento menores a escuelas públicas de educación básica en el Distrito Federal, la diputada Aleida Alavez promovió que la Asamblea Legislativa destine 3 por ciento de su Fideicomiso Fondo de Apoyo a la Educación y al Empleo de las y los Jóvenes del Distrito Federal.
La legisladora señaló que en el Presupuesto de Egresos 2011, la Asamblea Legislativa cuenta con 150 millones de pesos para este fideicomiso, por lo que los recursos correspondientes al 3 por ciento se destinarán a obras menores de infraestructura y/o mobiliario prioritario como reparación de aulas, impermeabilizado, adquisición de mobiliario y reparación de tuberías, entre otras.
Explicó que sólo los planteles públicos de educación básica en el Distrito Federal podrán aspirar a estos recursos, por lo que las peticiones deberán ser formuladas por las asociaciones de padres de familia, y en caso de que no existan, lo podrán hacer los padres que representen 15 por ciento de los alumnos inscritos en el plantel.
Aclaró que los montos a asignar no podrán exceder de 50 mil pesos por plantel y serán por única ocasión.
En la solicitud se deberá precisar la mejora a realizar o el mobiliario a adquirir, anexando los elementos que justifiquen la obra, costo y población beneficiaria. Los representantes de las escuelas que obtengan este recurso deberán comprobar los gastos y la conclusión de la obra.
La también Secretaria de Gobierno agregó que los recursos económicos se asignarán de acuerdo con las necesidades, premura y población a beneficiar.
Explicó que el rezago en la transferencia de recursos al Distrito Federal por parte de la federación, ha propiciado un gran deterioro en las condiciones materiales de los planteles que impide ofrecer una educación digna y adecuada a los niños de estos planteles.
Al denunciar que los recursos materiales con los que cuenta la población escolar en el Distrito Federal daten de hace más de 30 años, criticó que decretos populistas beneficien a las escuelas particulares para deducir impuestos, mientras se condena al olvido a menores de escasos recursos que asisten a las escuelas públicas.
Reconoció que la organización de los padres de familia ha impedido que este problema paralice la educación en la ciudad, al enfrentar la falta de inversión en los planteles con medidas extremas como llevar enseres como bancas y sillas para la instrucción de sus hijos.