La Creación de una Ley del Sistema de Protección Social del Distrito Federal deberá contemplar como un compromiso ineludible el mejorar y mantener los apoyos a los 469 mil adultos mayores  en la Ciudad de México, afirmó el asambleísta Víctor Hugo Romo Guerra.

En el marco de la Sexta Sesión Ordinaria del Consejo Delegacional de las Personas Adultas Mayores, el legislador se comprometió a seguir impulsando políticas públicas a favor de este sector de la población, por ello,- dijo- en este próximo periodo extraordinario se pondrá énfasis al fortalecimiento de este sector de la población.

Romo Guerra se comprometió ante la población de la tercera edad de la delegación Miguel Hidalgo, a impulsar una Ley del Sistema de Protección Social del Distrito Federal que otorgue mayores beneficios a  los cerca de 46 mil adultos mayores de la demarcación.

“Cabe señalar que hasta abril de este año, el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores, tiene un registro de más de 21 mil 600 adultos mayores de 68 años que cuenta con su Pensión Alimentaria, esto es cerca de la mitad de la población de la tercera edad que ya recibe este beneficio”, dijo Romo.

Romo Guerra dijo que actualmente el Gobierno de la Ciudad ha impulsado políticas que fortalecen la justicia social, pues existe un lamentable abandono de los adultos mayores, soledad, falta empleo, discriminación familiar, por lo que es primordial revertir esta realidad social de las personas adultas mayores.

“Durante mis recorridos por la delegación Miguel Hidalgo me he dado cuenta que, hace falta impulsar aún más los clubs, escuelas y grupos de adulto mayor, así mismo fortalecer los comedores comunitarios, pues además de recibir alimentos a muy bajos precios, también pasan mucho tiempo conversando y conviviendo en estos espacios, siendo una forma de esparcimiento y de vida”, comentó Romo.

El legislador comentó a los adultos mayores que actualmente  se cuentan con cerca de 350 comedores comunitarios que atienden a población de escasos recursos, entre esta población una gran parte de los usuarios son precisamente el adulto mayor, que no cuenta con ingresos propios, ni empleo y la atención familiar que merecen.