Más de 40 millones de mexicanos de escasos recursos se encuentran atrapados en las redes de la usura que ejercen las casas de empeño, que operan sin ningún control cobrando exorbitantes tasas de interés disfrazadas de una imaginaria asistencia social, denunció el diputado del PRD Víctor Hugo Lobo Román.
Por ello, el legislador de Gustavo A. Madero anunció que presentará una iniciativa para crear una Fiscalía de Protección al Prendatario, con el fin de regular y controlar el servicio que proporcionan, así como atender las denuncias sobre el abuso de que son objeto los clientes.
Lobo Román dijo que miles de mexicanos y capitalinos recurren a las llamadas Casas de Empeño como último recurso para aliviar su precaria situación financiera. “Llevar al empeño un objeto lo hace prácticamente perdido, debido a los altos intereses que se convierten en deudas impagables”, afirmó.
Por ejemplo, mencionó que en agosto de 2009 se reportó que el Costo Anual Total (CAT) promedio de las Casas de Empeño fue de 257.2 por ciento, lo que representa un interés mensual excepcionalmente alto del 10 por ciento.
El legislador comentó que se empeñan desde alhajas, relojes, ropa nueva, cortes de telas finas, artículos de plata, porcelana, vajillas, cristalería y bronce, computadoras, aparatos electrodomésticos, celulares, recámaras, salas y comedores. Incluso, automóviles, motocicletas, enseres industriales y médicos, artesanías y objetos de arte.
Además, manifestó que el 48. 2 por ciento de los clientes reportó que el dinero entregado en préstamo fue poco para sus expectativas; el 37.6 por ciento dijo haber destinado los recursos para la compra de alimentos; y el 84.2 por ciento mencionó haber empeñado una alhaja de oro.
Dijo que de acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) cerca de 20 millones de personas utilizan este tipo de “financiamiento”. Mientras que estudios de la Sociedad Financiera (FICREA), hablan de una cifra de más de 40 millones de personas.
“Recordemos además que este número de usuarios se incrementa en cerca de un 10 por ciento en la conocida cuesta de enero, los días subsecuentes a las vacaciones de Semana Santa y los días previos al inicio de cada ciclo escolar”, expresó el diputado perredista.
Señaló que por la “opacidad” con que se manejan los créditos y las “jugosas ganancias” que se obtiene por los altísimos intereses que se cobran, la proliferación de las Casas de Empeño se ha incrementado notablemente.
“Hoy se calcula que hay más de 6 mil 500 tipos de Casas de Empeño, algunas de las cuales se aprovechan de la crisis económica principalmente de la población de escasos recursos que no tienen acceso a créditos bancarios”, alertó el legislador del partido del sol azteca.
Por eso dijo que acudir a las casas de empeño mercantil técnicamente significa estar en condiciones similares o peores que la banca comercial, lo cual hace imposible que los pignorantes recuperan sus prendas.
El diputado Víctor Hugo Lobo reiteró que existen múltiples casas de empeño, que ante el vacío regulatorio funcionan en forma arbitraria y libre de cualquier vigilancia y control, de ahí la imperiosa necesidad de establecer mecanismos emergentes que permitan su regulación, control y sanción.