Temeroso de ser llamado a cuentas por las graves irregularidades que se están encontrando en la delegación Cuauhtémoc, Alejandro Fernández Ramírez, ex titular en esa demarcación, se destapó para dirigir el PRD-DF.

Como se sabe, este ex funcionario fracasó en su intento de ganar el voto en las urnas que lo llevara a ocupar un asiento en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, posición que le permitiría protegerse con fuero y evitar que lo lleven a tribunales.

El llamado “potrillo” busca los apoyos que le permitan relevar a Raúl Flores que va a la ALDF, y puso como pretexto en este cambio de dirigencia, además, que el PRD requiere una transformación que pase por crear nuevos cuadros políticos y tener la participación de todas las tribus.

En desairada conferencia de prensa, el perdedor del IX Distrito en la citada delegación para una diputación local, alegó que por ley la dirigencia perredista en el DF debe ser renovada en julio del año siguiente.

Adelantó que la próxima semana se llevará a cabo el consejo local del PRD, donde manifestará sus aspiraciones, pues Raúl Flores pronto iniciará su trabajo como legislador local, cargo al que llegó por vía plurinominal.