Tremendo susto se llevaron este jueves a mediodía los habitantes de la ciudad de México, una de las más pobladas del mundo, al registrarse un temblor de 6.6 de magnitud.
El movimiento telúrico tuvo su epicentro en Tecpan de Galeana, estado de Guerrero, pero se extendió a la ciudad de México y zonas conurbadas con gran intensidad que obligó a la inmediata movilización de los cuerpos de protección civil.
Pronto las calles se inundaron de gente asustada y muchas de ellas sufrieron crisis nerviosa.
Contrariamente, los usuarios del Metro que en ese momento viajaban por ese sistema de transporte, lograron mantener la calma y con murmullos de “está temblando, calma, todos tranquilos, ya está pasando”, expresados por algunos pasajeros, el momento no pasó a mayores.
Esto lo atestiguó un editor de esta Grilla en el Poder que se encontraba en el trayecto de la estación La Raza a Tlatelolco, justo a medio túnel y en el momento en que el temblor sacudió a los vagones.
“El tren se meció como cuna y lo único que me vino a la cabeza es la pregunta de cómo saldría de ahí si todo se derrumbaba”, comentó el colega una vez que llegó a la redacción.
El primer informe del gobierno del Distrito Federal, encabezado por Miguel Ángel Mancera, señala que no se registraron daños materiales de consideración, aunque se aclaró que en los próximos días se rendirá un informe detallado del resultado de los estudios que se realizan en las estructuras de toda la ciudad.
Las alarmas se activaron en los edificios públicos y los protocolos de seguridad se aplicaron con puntualidad, según los primeros reportes oficiales.