Para favorecer la documentación, el estudio y difusión del patrimonio oral y material de las diversas culturas del país, académicos de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Morelia, Michoacán, de la UNAM, crearon el Laboratorio de Recopilación de Materiales Orales.

Además de instituir las herramientas y métodos adecuados para trabajar con dichos elementos (como el desarrollo de una metodología de campo y de una plataforma electrónica en red encaminada al análisis de materiales de narrativa oral en México, disponible para especialistas y público en general), ese espacio también pretende impulsar la formación de grupos de investigación interdisciplinarios en el área.

Berenice Granados Vázquez y Santiago Cortés Hernández, profesores de la carrera de Literatura Intercultural en la ENES, consideraron que éste sería el primer laboratorio en su tipo en el que participan estudiantes de nivel licenciatura de diversos campos de estudio.

Aquí, destacaron, se trabaja sistemáticamente con literatura y discursos orales, que cuentan con un soporte diferente al de los materiales escritos: voz, cuerpo y memoria. “Es una línea de investigación interdisciplinaria, en el sentido de que es necesario adoptar herramientas de la antropología, sociología e, incluso, de psicología, para entrevistar a cualquier persona. Desde este espacio elaboramos metodologías adecuadas para trabajar las artes verbales”.

En la fase inicial se realizará trabajo de campo para la recopilación de materiales orales en cuatro localidades de la ribera del Lago de Pátzcuaro: Tzintzuntzan, Ihuatzio, Santa Fe de La Laguna y Yunuén. La propuesta es documentarlos en video de alta definición, siempre que la persona entrevistada lo permita, con la finalidad de estudiar no sólo los discursos lingüísticos, sino también los gestuales, para interpretar de manera más completa las realidades ahí presentes.

Granados Vázquez indicó que el laboratorio se gestó en el seno de la licenciatura en Literatura Intercultural, que considera a las artes verbales como una nueva línea de estudio, algo que no estaba contemplado dentro de la currícula de literatura hispánica.

Gestos y tonos de voz

Por su parte, Cortés Hernández indicó que el área de artes verbales busca estudiar, explotar y plantear líneas de investigación en un campo que no se ha investigado a fondo y que tiene que ver con la palabra hablada y todo lo que la complementa en su significado. Por ejemplo, los gestos, tonos de voz y los contextos culturales asociados a esas producciones.

Las artes verbales, añadió, incluyen estudios sobre literatura tradicional, discursos hablados asociados a una festividad, literatura cantada –sones, romancero, corridos–, cuentos tradicionales y la leyendística de México, entre otros elementos. “Todo lo relacionado con este amplio terreno de manifestaciones verbales que nos rodea constantemente”.

No se trata de una escenificación de la palabra, sino más bien de analizar los discursos que se dan en forma natural en las personas en contextos específicos como las fiestas tradicionales o los momentos especiales donde se producen narraciones.

Son los propios estudiantes de la carrera, junto con sus profesores, quienes se encargan de recopilar el material en campo; ya en el laboratorio lo procesan, clasifican y archivan. Una de las salidas de los elementos compilados será la publicación de libros y la producción de videos documentales.

Además, darán lugar a publicaciones como una herramienta de preservación y divulgación del patrimonio cultural, que sentarán las bases de la futura fonoteca y videoteca de la ENES. “El material será de gran utilidad en estudios antropológicos, lingüísticos, literarios, sociológicos e históricos”, abundó Cortés Hernández.

En este proyecto se desarrolla una base de datos en línea que en breve estará a disposición de los interesados en el tema y del público en general. El acceso a la información será libre y estará incluida dentro de las páginas del portal de la ENES Morelia o en la dirección electrónica www.natom.culturaspopulares.org.

Esta labor representa años de trabajo. Por ejemplo, Berenice Granados lleva más de una década en proyectos personales de recopilación en campo, mientras que Santiago Cortés realiza desde hace tiempo actividades de programación y desarrollo de aplicaciones para visibilizar este material y su clasificación.

El laboratorio es producto de los proyectos “Taller de recopilación de tradición oral en la zona lacustre michoacana. Recolección, transcripción, edición y almacenamiento de expresiones literarias", (PAPIME 401713), encabezado por Berenice Granados y “Desarrollo de una plataforma electrónica para el estudio de la narrativa oral en México” (PAPIIT IA400213), a cargo de Santiago Cortés.