Por sus trabajos, Flora Adriana Ganem Rondero, académica de la FES Cuautitlán de la UNAM, obtuvo el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2011, que otorga el gobierno del Estado de México, en la categoría de Ingeniería y Tecnología de la modalidad Ciencia.
Por el desarrollo y aplicación de sistemas de liberación controlada de fármacos, Flora Adriana Ganem Rondero, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, obtuvo el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2011, que otorga el gobierno del Estado de México a través del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.
La ganadora en la categoría de Ingeniería y Tecnología de la modalidad Ciencia, desarrolla junto con su equipo de colaboradores los sistemas referidos, que dispensan el medicamento de manera gradual y por periodos prolongados en beneficio del paciente, que no tiene que administrarlo con frecuencia, además que reduce los efectos adversos.
Se trata de diferentes fármacos, desde los que tienen acción analgésica contra el dolor; triclosán, para tratamiento del acné, o los dirigidos a combatir el herpes y el virus del papiloma humano, hasta agentes antineoplásicos, para evitar la proliferación de células malignas.
Pero también los utilizados para evitar mareo o náusea durante tratamientos de quimioterapia, y otros para control de peso, e incluso, activos cosméticos, como protectores solares.
Todo ello se hace, sobre todo, a través de la piel, aunque también se ha probado el uso vía vaginal y por la mucosa de la cavidad oral.
La científica aclaró que también se busca que estos sistemas sean vectorizados, es decir, que puedan llegar a un sitio determinado, donde se requiera su acción.
Para ser administrados a través de la piel, que es una barrera difícil de franquear, combinan con promotores de absorción, que pueden ser básicamente de dos tipos: químicos, sustancias que al contacto con la piel interaccionan con sus lípidos o proteínas, alterándolos; forman canales por los cuales el fármaco puede cruzar.
O bien, promotores físicos. “Básicamente trabajamos con dos: la electroforesis o aplicación de una corriente eléctrica para favorecer el paso y el uso de microagujas metálicas o de polímeros biodegradables”.
El medicamento, abundó Ganem Rondero, debe atravesar la barrera de la piel y llegar a la dermis, donde se ubican los capilares sanguíneos, para que a través del torrente sea transportado y llegue a donde se requiere.
En el laboratorio de la universitaria ya se realizan estudios in vivo en voluntarios sanos, con el empleo de una técnica consistente en aplicar la formulación en un sitio específico, para luego retirar las capas de estrato córneo (las más externas de la piel), mediante cintas adhesivas que se cuantifican.
De ese modo, se construye un perfil de cómo penetró y así se tiene una idea de cómo es el transporte y qué acarreador o promotor funciona mejor, explicó la especialista. En este caso, se han analizado el triclosán, analgésicos y una sustancia para control de peso.
Otra investigación para el tratamiento del virus de papiloma humano vía vaginal es probada en pacientes del Hospital General Dr. Manuel Gea González. “El estudio aún está en proceso, pero por lo observado hasta ahora parece que los resultados son prometedores; el sistema es efectivo para tratar ese problema”.
Para realizar su labor, la académica universitaria colabora con integrantes de diferentes instituciones, entre ellas, las universidades de La Habana, de Valencia y de Ginebra.
El premio
Respecto al premio, señaló que además de ser una sorpresa, es un buen aliciente. “Es producto del esfuerzo, no sólo mío, porque colaboro con mucha gente. Es un reconocimiento que comparto con los estudiantes de licenciatura, maestría, doctorado y posdoctorado, porque sin ellos no obtendríamos estos resultados”.
Flora Adriana Ganem Rondero es egresada de la carrera de Químico-fármaco-biólogo de la FES Cuautitlán. Posteriormente, cursó estudios de posgrado en Ciencias Farmacéuticas en la Universidad de Ginebra, Suiza, y Lyon, Francia. Desde hace 23 años trabaja en su facultad.
Asimismo, su contribución en la formación de recursos humanos especializados es sobresaliente. Participa en diferentes asociaciones científicas, arbitraje de revistas y comités de evaluación. Su desempeño y trayectoria han sido reconocidos con diversas distinciones académicas, profesionales y científicas.