Los trabajos sobre ritmos biológicos y alimentos, realizados en los últimos 12 años en el Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina (FM), han permitido a Carolina Escobar Briones entender que las horas de comida pueden ser tan determinantes, que un individuo puede ingerir lo mismo que otro, pero sólo por hacerlo en el horario equivocado, uno engorda y el otro no, uno desarrolla problemas metabólicos, y el otro no.
Catedrática de la FM y de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, y heredera de una tradición familiar de investigación en neuropatología (su padre era especialista en el área), la universitaria fue aceptada como académica numeraria, por el Departamento de Biología Médica, en la Academia Nacional de Medicina.
En colaboración con académicos y alumnos de esta casa de estudios, ha indagado cómo influyen los horarios para que los humanos tengan una forma de vida balanceada y sin padecimientos, y cómo “si comemos a deshoras y alteramos nuestros ritmos circadianos (cambios que tiene nuestro organismo diariamente y que van asociados al día y la noche) llegamos a la enfermedad y la obesidad”.
“Si obedecemos esos ritmos, el cuerpo funciona perfectamente, estamos sanos, pero en el momento que hacemos cosas indebidas, como mantenernos despiertos o comer a media noche, creamos en el organismo una serie de demandas para las que no estaba preparado; en consecuencia, las funciones no ocurren de manera adecuada”, dijo Escobar, también reconocida como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Los inicios
La presidenta de la mesa directiva de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas, comentó que siempre le han interesado la conducta y los mecanismos que la regulan. Relató que en su época de adolescente de secundaria acompañó a su padre a un congreso mundial de neurociencias en Munich, Alemania; ahí le presentó a Konrad Lorenz, que entonces acababa de recibir el Premio Nobel de Medicina. Eso la impresionó y decidió indagar la conducta y los mecanismos que la regulan.
Inicialmente se inclinó por la psicología, pues quería investigar y pensó que eran muchos los años que debería dedicar a la medicina para llegar a ese objetivo, así que pensó en tomar el camino corto. Después, hizo una maestría y un doctorado en Ciencias Fisiológicas.
Desde que ingresó a la licenciatura intentó colaborar con grupos de estudio en medicina, primero con Manuel Salas, en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (con quien realizó la maestría y el doctorado) y luego, al realizar una estancia en el Instituto de Fisiología Celular.
Trayectoria
Escobar Briones es integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II, desde 2004; logró mención honorífica en sus tesis de licenciatura, maestría y doctorado; además, la Medalla Gabino Barreda por el mejor promedio en la maestría de Ciencias Fisiológicas generación 1984-1986.
La también evaluadora editorial para revistas como Biological Rhythms Research, Journal of Neuroendocrinology, American Journal of Physiology, y Neuroscience, y autora de 48 publicaciones internacionales y 14 nacionales, señaló que a lo largo de su carrera ha recibido múltiples satisfacciones: el trabajo en el laboratorio, el reconocimiento de sus colegas y pares, la obtención de información novedosa y el reconocimiento de la propia institución.