Lindau es una pequeña ciudad situada en una isla a las orillas del lago Constanza, en la frontera entre Alemania, Austria y Suiza. En ella se realiza cada año un encuentro entre los investigadores que han recibido el Premio Nobel y jóvenes científicos de varios países. Los trabajos se desarrollan sobre un tema que es definido para cada encuentro. Este año correspondió a la física.
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) participa desde hace un lustro en las Reuniones Lindau de Premios Nobel, evento que organiza desde 1950 la Fundación Alemana que lleva el nombre de la ciudad alemana. El pasado mes de julio, cuatro jóvenes mexicanos participaron en este evento, al que el presidente de la AMC también fue invitado.
“Fui como presidente de la Academia en calidad de observador –dijo Franco. Fue una experiencia espectacular porque, por un lado, lo jóvenes conocen a estudiantes de todas parte del mundo que están trabajando en áreas afines, y se establecen vínculos de todo tipo, relaciones de trabajo en particular”.
Sobre la gran oportunidad que estas reuniones representan para los estudiantes de posgrado o recién doctorados, Franco señaló que: “En ocasiones se logra establecer relaciones de trabajo con los Premios Nobel en los laboratorios en los que están asociados. Se convierte así en una experiencia que es muy motivante para los jóvenes y los deja marcados. Durante una semana conviven con toda esta colectividad de investigadores muy experimentados, los cuales dan charlas de media hora todos los días, y además, tienen con ellos seminarios de discusión”.
En 2007, en Berlín, Alemania, la AMC y la Fundación Lindau firmaron un convenio de colaboración para incorporar a jóvenes investigadores mexicanos a dichas reuniones. José Franco, que en ese entonces era secretario del Consejo Directivo de la AMC, atestiguó el acto. En 2011 se firmó la renovación de dicho convenio.
Este año asistieron 27 Premios Nobel en temas relacionados con física o áreas afines a esta disciplina. “Hubo una participación de casi 600 jóvenes de aproximadamente 70 países, México es uno de ellos”, dijo Franco. Los jóvenes mexicanos seleccionados por la Fundación para participar en la Reunión Lindau de Premios Nobel 2012 fueron: Marcelo Lozada Hidalgo, Abril Suárez Ramírez, Ricardo Méndez Fragoso y Ricardo Gutiérrez Jáuregui.
Sobre su participación en el evento, Marcelo Lozada Hidalgo señaló que: “Se trata de la conferencia de mayor prestigio a la que se puede asistir como científico joven. Para el tamaño de México cuatro estudiantes es muy poco. Luxemburgo, de medio millón de habitantes, mandó a dos y Holanda, de 16 millones, mandó 10. Esto es un parámetro que refleja la falta de inversión en ciencia en nuestro país”.
Asimismo, agradeció a la Academia Mexicana de Ciencias patrocinar su participación: “Es un evento de primer nivel en el que México debe seguir participando. Aprendí mucho y ciertamente tengo un panorama mucho más amplio de lo que significa hacer ciencia en el mundo”.
Por su parte, Ricardo Méndez, se refirió a la dinámica de la reunión en la que hay actividades “en las que uno puede adquirir conocimiento de vanguardia. En las reuniones de la mañana seis premios Nobel hablaban de algún tema en particular, y por la tarde en las sesiones de discusión se habla con mayor profundidad el tema que el Nobel planteó. También se realizaron eventos de convivencia en los que uno podía tener charlas relajadas sobre diferentes temas”.
Asimismo, sobre su experiencia señaló: “las charlas que dieron los Nobel me mostraron un panorama amplio sobre los problemas actuales en ciencia y la relación de éstos con la sociedad. También me dieron muchas ideas para poder realizar mis futuros proyectos y recibí consejos para que éstos tengan resultados satisfactorios”.