En 1945, terminada la Segunda Guerra Mundial, una colonia japonesa fue liberada dividiéndose en dos países. Son conocidos como Corea del Norte y Corea del Sur. Los del norte adoptaron uno modelo económico socialista y los del sur un modelo de libre mercado.

El “modelo sudcoreano” es muy simple: producir para exportar. El gobierno liberalizó los sectores de la economía, promovió las inversiones productivas y ofreció facilidades fiscales para nuevas empresas en sectores estratégicos como energía, metales, entre otros.

Las tasas de crecimiento económico fueron del orden de 10% anual durante casi 40 años. Al finalizar el año 2000, los ingresos promedio de un sudcoreano fueron catorce veces más que los de su hermano del norte.

Estas historias nos enseñan los resultados sociales que generan las políticas de economías con sistemas de libre mercado comparadas contra los magros resultados de políticas socialistas de economías centralmente planificadas.