Cecilia Barrera Ortega obtuvo el primer lugar del XVII Congreso Internacional de Odontopediatría, celebrado en el Centro Médico Siglo XXI, con el cartel Efecto de la Microdureza del Esmalte Dental con Aplicación de Compuestos Fluorados en Condiciones de pH cíclico, que superó a otros 55 trabajos presentados.

Gran parte de la tesis de maestría Efecto de los compuestos fluorados en el esmalte dental sub superficial en condiciones de pH cíclico, que Barrera Ortega presentó en la Facultad de Odontología (FO), se aplicó en el cartel. Para su elaboración, contó con el apoyo de Miguel Ángel Araiza, con más de dos décadas como docente en la entidad.

Las pruebas del proyecto se llevaron a cabo en el laboratorio de biomateriales de la División de Estudios de Posgrado de Investigación, en la FO.

Consiste en el efecto que tienen diferentes compuestos fluorados sobre el esmalte dental, utilizados en la prevención de las caries, principalmente en niños.

Los tres productos son: di-fluor silano (DFS), fluoruro de plata amoniacal (FPA) y fluoruro fosfato acidulado (FFA). No obstante, Barrera y Araiza insistieron que, en cuestiones bucales, la prevención es mejor que cualquier tratamiento.

Después de algunos estudios y pruebas de micro dureza de la sub superficie del esmalte dental, se concluyó que el fluoruro fosfato acidulado fue el mejor, seguido del di-fluor silano, mientras que el fluoruro de plata amoniacal tuvo los valores más bajos.

Aplicaciones

En una clínica convencional, después de una limpieza profesional hecha por el odontopediatra, el siguiente paso es la aplicación tópica del líquido, gel o polímero plástico.

La intención es cambiar la estructura química del esmalte, hacerla más resistente a los ácidos de la boca. Actualmente, si aparecen los dientes en bebés de seis meses es conveniente llevarlos con el especialista. A los padres les recomiendan la prevención y les informan de la mejor forma de limpiar boca y lengua de los infantes.

Después de la caries, la enfermedad periodental (daños a las encías) ocupa el segundo lugar en estos padecimientos a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De forma habitual, señaló Araiza Téllez, se sugiere aplicar los compuestos fluorados dos veces al año, pero la ingesta de carbohidratos, la forma de cepillarse los dientes y los hábitos alimenticios, pueden alterarlos y en ocasiones requiere de cuatro, cinco o más en un periodo de 12 meses.

Pruebas

Por espacio de dos años, tiempo en que Barrera Ortega cursó la maestría en el laboratorio de bio materiales, de la División de Estudios de Posgrado de Investigación, de la Facultad de Odontología, se hicieron pruebas in vitro.

Para ello, simularon las condiciones: ajustaron la temperatura a 37 grados centígrados, humedad absoluta y pH alterado, en una base neutra de 7.0 con aplicaciones de 21 horas continuas, hasta 4.4, de tres horas.

Cecilia Barrera se tituló en grado de maestría con mención honorífica; ya inició los trámites para el doctorado en esta casa de estudios, que planea concluir en 2015.