El castillo de Altenburg, en la ciudad alemana de Bamberg, será el escenario en donde este viernes el químico mexicano Eusebio Juaristi Cosío recibirá el Premio de Investigación Georg Forster, que en su primera edición entregará la Fundación Alexander von Humboldt, para reconocer a científicos prominentes de países emergentes o en desarrollo.
La ceremonia que se caracteriza por su solemnidad académica será la primera de las dos que tiene consideradas dicha Fundación para reconocer las aportaciones científicas del mexicano, uno de los principales innovadores en el área de la química verde. La segunda se llevará a cabo en junio próximo en Berlín, con la asistencia de la canciller alemana Angela Merkel.
Eusebio Juaristi es considerado uno de los investigadores más destacados en la química orgánica. Desde la década de 1970 escribió trabajos fundamentales en el análisis conformacional y la estereoquímica. En la actualidad, realiza investigaciones en reacciones químicas libres de disolvente, un factor importante en los esfuerzos por establecer una química orgánica sostenible.
El Premio de Investigación Georg Forster, financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo alemán, consiste en un estímulo económico de 60 mil euros y una estancia para realizar una investigación y estrechar los lazos de cooperación con colegas alemanes.
Juaristi Cosío llevará a cabo su investigación en la Escuela Técnica Superior de Renania-Westfalia, en Aachen, Alemania. Junto con el miembro de la Academia Mexicana de Ciencias e investigador del Cinvestav, también serán reconocidos con el mismo galardón el historiador turco Selçuk Esenbel, el matemático sudafricano Batmanathan Dayanand Reddy y el bioquímico nigeriano Jonathan Andrew Nok.
La Fundación Alexander von Humboldt -destaca Eusebio Juaristi- cuenta con gran y sólido prestigio a lo largo de muchos años. Muestra cómo un país poderoso e importante como Alemania conserva también el interés de impulsar colaboraciones científicas con investigadores de todo el mundo. “El premio Georg Forster es un programa valioso y estoy muy orgulloso de entrar en esta comunidad”, dijo.
Juaristi recuerda que a lo largo de su trayectoria ha tenido influencia de varios químicos alemanes, en particular el tutor de su tesis doctoral, Ernest Eliel, quien se desplazó durante la Segunda Guerra Mundial a Estados Unidos. “Tuve la fortuna de conocerlo en México y después pude tener una relación profesional con él por 40 años”. Juaristi también realizó estancias en Suiza donde trabajó en colaboración con Dieter Seebach.
Química verde
El tema principal de la investigación que realizará Juaristi en Alemania como consecuencia del premio, será la química verde. En los últimos 15 o 20 años ha habido mucho interés no solo en la química, sino en las ciencias sobre este tema, indica el miembro de El Colegio Nacional, quien reconoce la necesidad que hay ante las actuales condiciones que enfrenta el mundo de generar métodos más limpios, más eficientes en química.
“La idea es que la química que desarrollamos ahora no sea peligrosa, no afecte nuestro medio ambiente y no acabe con nosotros, que no terminemos con las materias primas de las que disponemos y tengan acceso a ellas las próximas generaciones. La idea de la química verde es utilizar esas materias primas de manera renovable”.
Juaristi señaló que sus investigaciones en los últimos dos o tres años, se orientan a las reacciones químicas eficientes y económicas. Por ejemplo, disminuyendo el consumo energético a través del uso de catalizadores, en particular en el desarrollo de órganocatalizadores, que son moléculas que pueden producir reacciones en ausencia de metales, lo que facilita el proceso y lleva a un consumo energético menor.
Hasta hace poco –explica- uno suponía que para desarrollar un catalizador se necesitaba la presencia de un metal, pero resulta que en la industria farmacéutica y en la de alimentos el uso de metales no es tan conveniente o deseable porque pudieran contaminar los productos finales.
Otro aspecto importante de la investigación, es sustituir solventes tradicionales por otros más limpios, debido a que en algunos casos los primeros pudieran ser tóxicos o requieran de un tratamiento posterior para su recuperación o eliminación.
“Y mejor todavía, estamos trabajando en el desarrollo de reacciones en ausencia de disolvente, lo que llevaría a un proceso más económico aún, no solo porque ya no se gastaría en el disolvente, sino porque se ahorraría una etapa, ya sea de recuperación o desecho del mismo”
El doctor Juaristi también señala que en el área biológica un aspecto importante es la síntesis y la utilización de péptidos y proteínas, donde ha podido realizar con éxito la síntesis de péptidos en ausencia de disolventes, un factor potencial tanto desde el punto de vista científico básico como el de su aplicación.
El químico Juaristi Cosío, siguiendo en la línea de la química verde, que entre otros aspectos lleva a optimizar la energía, fue pionero en el país en la utilización desde hace una década de equipo de microondas en los laboratorios para acelerar las reacciones. En la actualidad, no hay laboratorio o facultad de química que no los tenga y utilice.
También lo ha sido en usar desde hace tres años molinos mecánicos para llevar a cabo las reacciones químicas sin disolvente, tendencia que ya empieza a influir a varios grupos de investigación en México. Pero a nivel de empresas químicas o farmacéuticas esto llevaría a abaratar los procesos y a ser más competitivas.
El hombre detrás del químico
El queretano Eusebio Juaristi, de 62 años de edad, estudió la licenciatura de Química en el ITESM de Monterrey; obtuvo el doctorado en Ciencias Químicas en la Universidad de Carolina en Chapel Hill.
Fue investigador postdoctoral en la Universidad de California en Berkeley e investigador asociado en Syntex en Palo Alto, California. Su trayectoria incluye numerosas publicaciones, reconocimientos y es miembro de varias organizaciones académicas, así como un comprometido formador de estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado.
El químico recuerda haber sido en su juventud “un estudiante normal, no fui extremadamente estudioso, pero eso sí muy “amiguero”. Me gustaba mucho leer y me atrajo la idea de hacer experimentos en el laboratorio, entonces me sentí muy motivado por la investigación”.
En esa época como universitario en la década de 1960, le tocó crecer con la música de los Beatles, Rolling Stones y Beach Boys, “fui parte de esa generación de los sesenta que creció al lado de esos grupos de rock y, por supuesto que me gustaban”.
Disfruta en su tiempo libre del senderismo. “También juego tenis y si se puede hago un poco de ejercicio. Una de las cosas que pienso hacer lo más posible en Alemania es caminar por sus bosques y en Suiza lo haré por sus montañas”.
Dice también que entre sus aficiones está la lectura de novelas históricas y que tiene una larga lista de películas pendientes que quisiera ver. Y de la actual problemática que enfrenta el país el científico mexicano opina:
“Por supuesto deseo que la situación económica en el país cambie, que se superen los niveles de pobreza, es como un ideal que ciertamente me gustaría pasara.
“Que todos vivamos de una manera razonable, pienso que todos los mexicanos somos básicamente buenos, pero se escuchan noticias de hechos que ocurren que a uno lo hacen dudar, porque son actos violentos que uno no se esperaría de una persona, de un buen mexicano.
“Creo que tal vez la gente se ha sentido orillada a tener ciertas actividades o actitudes que no son intrínsecas de los mexicanos; entonces considero que con más fuentes de trabajo, con más educación, vamos a poder desterrar estas condiciones en los próximos años en México”.