Si no planeas tus compras, puedes tener problemas en tu cartera por lo que Condusef te recomienda:
1.- Haz una lista: Pega en un lugar visible (como el refrigerador) una hoja donde puedas anotar lo que falta en casa, así sin darte cuenta irás armando la lista del súper, y lo mejor es que ésta incluirá sólo lo necesario.
2.- Compara precio y calidad: No se trata de comprar lo más barato todo el tiempo, sino de comprar lo mejor al menor precio posible. La calidad es la característica esencial del producto que nos interesa.
3.- Retira sin comisión: Considera que en la mayoría de los supermercados puedes realizar retiros de efectivo en las cajas, de hasta $1,000 con tu tarjeta de débito, sin ningún tipo de comisión. Esto es una ventaja cuando no hay un cajero de tu banco cerca y además aprovechas mejor el tiempo, al retirar mientras compras.
4.- Ve al súper lo menos que puedas: Si vas al súper dos veces por semana, en vez de cada quincena, corres el riesgo de que en cada visita agregues a tu compra un producto que no tenías planeado. Es mejor realizar las compras de toda la quincena (excepto los productos perecederos, a menos que decidas congelarlos).
5.- Enfócate en lo que necesitas: Los supermercados por lo general ponen los productos indispensables como carnes, leche, frutas y verduras, hasta el final de la tienda y los menos como enlatados o juegos, en pasillos centrales.
6.- Si no dispones de dinero, no pagues con tarjeta de crédito: La tarjeta de crédito no es dinero extra, es un préstamo que tendrás que pagar con intereses y no se recomienda usarla para comprar productos de consumo inmediato como la despensa.
7.- Ve después de comer: Si haces tus compras con hambre, querrás llevar todo aquello que se te antoje y que no necesariamente necesites.
8.- Revisa la fecha de caducidad: Las tiendas suelen colocar los productos que caducan más tarde hasta atrás de los refrigeradores o anaqueles.
9.- No tiene que ser de marca: Muchos supermercados ofrecen productos de marca propia que suelen vender a menor precio que los de marcas que pagan mucha publicidad o de empaques muy elaborados. Compara, si son similares podrías ahorrarte algunos pesos.
10.- El tamaño importa: Cuando no tenemos mucho dinero, todo lo compramos en pequeñas cantidades para que nos alcance. Pero a veces, cuanto más pequeño es el envase, más caro es el producto proporcionalmente. Si se trata de un producto de uso habitual, no perecedero, como el papel higiénico, es mejor hacer el esfuerzo por comprar paquetes de mayoreo o porciones grandes.