Los especialistas financieros en México anuncian que en los próximos meses, una vez resuelto el problema de gripe aviar que provocó las alzas, la inflación bajará hacia 4.00% a finales de este año.
Las cifras del INEGI señalan una incidencia de estos dos productos de apenas 0.097 y 0.053, es decir 0.15%, pero restando ese 0.15% al 4.42% la inflación sigue por encima de 4.00 por ciento.
Como ha sido la tónica, Banxico no quiere reconocer el efecto del incremento en el precio de los energéticos, que se han disparado 8.01%, y mucho menos del contagio del Tipo de Cambio sobre la inflación. Si revisamos el rubro de "mercancías", este subíndice ha crecido en términos anuales 4.89% y es el mejor reflejo del contagio de la depreciación cambiaria.
Si Banxico, con su diagnóstico erróneo de la situación, subiera la tasa de interés, haría a México mucho más atractivo para los "capitales golondrinos" en momentos donde el mundo le reclama al Banco Central Europeo y al de China que bajen sus tasas de interés. Por ende, parte de esos capitales buscarán mejores rendimientos y llegarán a México, pero cuando salgan de regreso a su país catapultarían al peso nuevamente.
Banxico debe evitar la volatilidad del peso frente al dólar para darle certidumbre a las inversiones; por ende, debe bajar su tasa de interés al ritmo del resto de los Bancos Centrales del mundo, esperando que la inflación baje ante una menor actividad económica en los próximos 12 meses, y apoyando el otorgamiento de un mayor número de créditos para el sector productivo nacional, así como una mayor demanda interna.
Perspectivas
El aumento de la inflación por encima de 4.00% es producto no sólo del alza del pollo y huevo, sino de otros factores, incluidos los energéticos y la depreciación del peso.
A pesar de que diversos integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico han señalado que estarían de acuerdo en subir la tasa de referencia si la inflación sigue aumentando, lo cierto es que Banxico está atado de manos y, curiosamente, se requeriría bajar y no incrementar la tasa de inflación para reducir la misma.
Las cifras de julio
En julio de 2012 el Índice Nacional de Precios al Consumidor
(INPC) registró un aumento de 0.56% respecto al mes inmediato anterior, con lo cual la tasa anual de inflación se situó en 4.42%. En el mismo mes de 2011 la variación mensual fue de 0.48% y la anual de 3.55 por ciento.
En tanto, el Índice Nacional de Precios Productor (INPP)
Total, excluyendo petróleo, registró un descenso mensual de
-0.20%, dando como resultado una tasa de crecimiento anual de 4.73 por ciento.
A su vez, el índice de precios de la canasta básica de consumo presentó un aumento de 0.73% en julio de 2012 respecto al mes inmediato anterior, situando su tasa de crecimiento anual en 6.19%. En julio de 2011 las cifras correspondientes fueron de 0.38 y 3.57%, respectivamente.
Respecto a los componentes del índice de precios no subyacente, el subíndice de los productos agropecuarios ascendió 2.99%. Destaca en este grupo el incremento en 3.20% en el índice de precios de los productos pecuarios debido al alza en huevo y pollo, particularmente en la primera quincena de julio de 2012. Por su parte, el subíndice de precios de los energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno presentó una tasa mensual de 0.48%, en donde resalta el grupo de energéticos con una variación mensual de 0.73 por ciento.