Abunda gente que se asume como asesor de finanzas personales. ¿Cuánta? Incontable: promotores de Afores, ex trabajadores bancarios o casa bolsistas, agentes de seguros, contadores… todo aquél que así lo afirme.

Elegir a la persona a la que le permitirás conocer tus intimidades, en el manejo del dinero, debe tomarse tan en serio como escoger un médico o abogado, pues la formación del patrimonio y tu seguridad personal están en juego.

Un asesor de finanzas personales debe contar con una carrera específica, y afín al área de finanzas o economía, conocer todos los instrumentos que te ofrecerá (no sólo los de la empresa que pueda representar), y antes que nada, identificar tus necesidades para sugerirte los productos adecuados.

Es indispensable conocer al asesor antes de contratarlo: consultar su currículum, pedirle referencias. ¿Las certificaciones cuentan? Sí, ayudan. Pero es igualmente importante su trayectoria. Que no sólo tenga éxitos académicos sino referencias profesionales.

No digas que sí a la primera, a quien te quiera ofrecer determinado producto, aceptar una tarjeta, un seguro o cambiar de Afore. Recuerda que la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, entre otras disposiciones compromete a que las entidades financieras te ofrezcan mayor, y sobre todo mejor información. Puedes acudir a las sucursales u oficinas de las entidades financieras, preguntar y también puedes apoyarte en las páginas de las entidades y autoridades financieras así como en www.condusef.gob.mx

El reto ahora es que aproveches y utilices la información a tu favor para que tomes mejores decisiones.  A partir de ello, coteja la información que tengas con la opinión que pudiera darte otro asesor para que siempre tomes decisiones con conocimiento.

¡Cuidado!

1. No brindes datos financieros en la primera cita.

2. Observa si el asesor te plantea los riegos de cada transacción o escenario, y no solamente las ventajas (desconfía si sólo está apresurado en hacer una venta o colocar un producto).

3. Pide otra opinión antes de firmar cualquier documento.

4. Solicita siempre comprobantes de transacciones, estados de cuenta y contratos.

5. Elimina toda posibilidad de pagos en efectivo. Usa cheques o traspasos electrónicos.