La caída que registró el salario en junio (‐0.12%) y el persistente incremento en los precios, particularmente de la canasta básica de consumo y de los alimentos, son factores que restarán capacidad a las familias para incrementar su gasto y apoyar al crecimiento económico de México.

Así lo señaló el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en el “Boletín económico de coyuntura. Semana del 23 al 27 de julio de 2012”.

Indicó que de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el salario base de cotización promedio de junio se ubicó en 260.44 pesos al día, esto es, un salario mensual de siete mil 813 pesos.

Comparado con el 2011 y descontando el efecto de la inflación, subrayó, el salario disminuyó en nueve pesos al mes.  De esta manera, se observó la primera caída de los últimos 16 meses, con una variación real anual de ‐0.12 por ciento.

El CEFP precisó que el salario base de cotización no ha logrado recuperar el poder de compra que tenía antes de la crisis, por lo que  de junio de 2008 al mismo mes de 2012 acumula una pérdida real de 1.0 por ciento.

Después de cuatro años de iniciada la crisis, el ingreso mensual de los trabajadores del sector formal se ha reducido en 73 pesos, agregó.

De igual modo, subrayó que en la última década (junio de 2002 al mismo mes de 2012) el salario base de cotización real ha crecido en promedio únicamente 0.9 por ciento anual.

Resaltó que el mercado interno depende del incremento sostenido del ingreso laboral, lo que significa que de mantenerse con tasas de crecimiento negativas, las familias no podrán incrementar su gasto en bienes de consumo, afectando sin duda el crecimiento económico del país.

En el documento, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas precisó que conforme al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), en la primera quincena de julio se tuvo un incremento de 0.39 por ciento respecto a la anterior.

Dicha cifra es superior a la observada en el mismo periodo de 2011 (0.32 por ciento); además, representó la más alta de los últimos 10 años.

Mencionó que el índice de la canasta básica de consumo tuvo un incremento quincenal de 0.59 por ciento en este periodo, cifra superior a la observada en la misma quincena de junio de 2011 (0.22 por ciento). En términos anuales el alza fue de 6.57 por ciento.

Por su parte, agregó, el aumento en el precio de los alimentos, tanto procesados como agropecuarios, fue de 1.02 por ciento, ligeramente superior al observado en la misma quincena del año pasado (0.91 por ciento).

La variación anual del INPC de los alimentos fue de 9.11 por ciento, lo cual duplica a la reportada en el índice general, apuntó el CEFP.