El presidente de la Comisión de la Función Pública de la Cámara de Diputados, Pablo Escudero Morales, se pronunció en contra de que México envíe elementos de la Policía Federal Preventiva a capacitarse a Estados Unidos en materia de derechos humanos.
Recordó que derivado del plan de seguridad regional conocido como Iniciativa Mérida, el titular del Ejecutivo federal suscribió varios acuerdos con el gobierno estadounidense, entre otros, para la capacitación de servidores públicos y altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública en materia de derechos humanos.
“Durante los acuerdos celebrados, los gobiernos de ambos países consideraron conveniente crear una maestría en derechos humanos y seguridad pública, así como la capacitación en el tema a diversos mandos de la Policía Federal y con ello el envío al vecino país de un grupo de 300 servidores públicos”, dijo.
El legislador lamentó la decisión del ejecutivo federal y del secretario de Seguridad Pública, al considerar que hace apenas unos cuantos meses, imágenes de soldados norteamericanos torturando y vejando a prisioneros en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, circularon por las grandes cadenas televisivas e Internet.
Ahora se pretende, indicó Escudero Morales, que mediante un convenio policías federales tomen un curso en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo cual “es absurdo”.
Y añadió: “Estados Unidos nos manda armas por medio de su operativo Rápido y Furioso y nosotros le enviamos mandos de la Policía Federal para ser capacitados en el tema de derechos humanos, eso es una falta de dignidad”, subrayó.
En este sentido, propuso a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, a través de un punto de acuerdo, que los mandos de la Policía Federal sean capacitados en México por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las Comisiones Estatales, la UNAM, el Instituto de Investigaciones Jurídicas, así como por diferentes académicos reconocidos como José Luis Soberanes, Miguel Carbonell y Sergio García Ramírez, entre otros.
“Todos ellos, verdaderas autoridades morales y teóricas en la materia de derechos humanos y no por autoridades militares y policiacas de un país seriamente cuestionado en esta materia”, concluyó.