Por María de Lourdes Martínez González
Directora de Frecuencia Laboral
En un acto político, previo al Día del Ejército y de la Fuerza Aérea Armada, los diputados federales votaron a favor de que los militares que se retiren con 20 a 29 años de servicio, reciban un incremento en sus pensiones y jubilaciones que va de 50 a 59 por ciento.
El problema es que ese beneficio no va a ser inmediato, sino que será distribuido a lo largo de 5 años y para entonces "muchos ya estaremos muertos", advirtió el presidente de la Federación de Militares Retirados, general Samuel Lara Villa.
En protesta por esa medida un centenar de militares retirados marcharon el 19 de febrero del 2012, pues reclamaron que se trata de una burla que ya les hicieron en 1998, año en que el mismo presidente de la República, Felipe Calderón ya había enviado una reforma similar para aumentar las pensiones y jubilaciones al sector militar, pero ese beneficio que aprobó el Congreso de la Unión nunca se concretó en la vida real, porque el poder legislativo aprobó una reforma que se quedó en el papel.
Los militares retirados se concentraron en el Hemiciclo a Juárez, en donde había un mitin electoral, por lo cual el general Lara Villa aclaró que no tenían relación, simplemente habían coincidido. Y de ahí marcharon hacia el zócalo de la Ciudad de México, en donde advirtieron que si no reciben el pago del incremento a sus pensiones en la segunda quincena de febrero del 2012 realizarían un campamento-plantón de protesta.
En entrevista con Frecuencia Laboral, detalló que se cansó de explicarle a los diputados federales que un número importante de militares retirados sobrepasan los 80 o 90 años de edad y es vital que reciban el beneficio de inmediato y dijo que ese aumento de 59%, prorrateado a 5 años, toca de a 12 por ciento cada año, lo cual se consume por la propia inflación.
El pasado jueves 16 de febrero del 2012, en la Cámara de Diputados se aprobaron las reformas que envió Felipe Calderón al Senado de la República exactamente el Día del Ejército de hace un año, mismas que consisten en que el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM) debe afiliar a los hijos menores del militar con la sola presentación de copia certificada del acta de nacimiento o por mandato judicial.
También se garantiza una pensión mínima de 180 días de salario mínimo vigente a los familiares del militar muerto en acción de armas; y establecer que el personal que se retire con 20 a 29 años de servicios reciba un incremento que va de 50 a 59 por ciento en su haber de retiro, en un periodo de cinco años y se reduce el término para acceder a un crédito de vivienda militar de 10 a por lo menos 6 años, homologando los términos que se establecen en leyes como el Infonavit y Fovissste.
En caso de fallecimiento de un militar o de incapacidad en primera o segunda categorías, en acción de armas, se les podrá otorgar un crédito hipotecario a la viuda o viudo, concubina o concubinario con derecho a pensión o al militar incapacitado con haber de retiro. Las casas hogar establecidas por el ISSFAM para militares retirados que lo soliciten, podrán ser ocupadas por sí solos o con su cónyuge, concubina o concubinario, siempre y cuando paguen la cuota mensual por cada uno de ellos.
Sin embargo, durante la manifestación de protesta que realizaron los militares retirados aseguraron que las consultas en el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas Mexicanas, se tardan hasta un año y al igual que en el IMSS y en el ISSSTE hay desabasto de medicamentos y de doctores. Y no tienen acceso a los créditos habitacionales.
Durante el debate en la Cámara de Diputados el 16 de febrero del 2012, Laura Itzel Castillo, secretaria de la Comisión de Vivienda, subrayó que "lo que está sucediendo en el caso del Fovissste, lo que está sucediendo en el Infonavit (organismos que otorgan créditos habitacionales a trabajadores al servicio del Estado y de empresas privadas, respectivamente) y lo que vemos específicamente en el ISSFAM, en materia también de vivienda, nos podemos dar cuenta cómo todo se ha entregado a las empresas desarrolladoras inmobiliarias, donde el subsidio realmente va a parar a las empresas privadas y no directamente a los trabajadores.
Y hay habitantes de distintas zonas del país, en específico diría el caso de Tepojaco, en Cuautitlán Izcalli, donde han venido sufriendo todas las inclemencias a partir de una mala construcción por los proyectos que se manejaron por parte de esta institución militar, que debiera de proveer vivienda desde una visión verdaderamente social y no una visión mercantilista, como ha venido sucediendo en todos los ámbitos.
Durante la manifestación de los militares retirados afirmaron que los beneficios que se inscriben en el papel con las reformas que aprueban diputados y senadores, sólo le llegan a los altos mandos, pero no a los mandos medios, ni mucho menos a la tropa.
Durante la manifestación advirtieron que en el acto protocolario del Día de las Fuerzas Armadas que encabezó Felipe Calderón, éste aseguró que el aumento a las pensiones y jubilaciones de los militares retirados sería de 60%, pero se equivocó porque será de entre 50 y 59% y no para todos, sino solamente para los que tengan más de 20 a 29 años de servicio.
El general Lara Villa, presidente de la Federación de Militares Retirados, dijo que vigilarán que en su próximo recibo de pago ya se incluya el supuesto beneficio que fue aprobado en la Cámara de Diputados, pues de lo contrario realizarán un plantón en protesta, porque en 1988 les hicieron la misma trampa de aprobar en el papel beneficios que nunca les llegaron.