Duro le tupieron desde Monterrey, estado de Nuevo León, al dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, a quien le piden que si tiene vergüenza, que renuncie al cargo y no lo siga desprestigiando más.

El encargado de esta andanada azul fue el empresario Rogelio Sada Zambrano, quien tenía 50 años de militancia panista, afiliación que decidió terminar el viernes pasado, cuando anunció en conferencia de prensa que se va del partido porque "hay infiltración de personas que han traicionado los valores y doctrinas del PAN".

El enfado de este ex presidente municipal y ex diputado federal tronó una vez que se dieron a conocer las listas de candidatos a puestos de representación popular.

A Rogelio Sada no le gustó nadita que el PAN haya postulado a

Raúl Gracia, actual presidente del Consejo de la Judicatura en el estado, en el primer lugar de la lista de candidatos al Senado de la República.

Pero menos le gustó que también se postulara a Fernando Larrazábal Bretón candidato plurinominal a la Cámara de Diputados federal, lo que irritó sobre manera al empresario que, sin más reserva soltó: "Como agravante adicional, señor Madero, su insensible, autoritaria y desprestigiante propuesta, considero grosera y denigrantemente el delicado y acucioso trabajo de la comisión encargada por el propio CEN; estoy triste, muy triste, porque ha sido el partido de mi vida y hoy quedo huérfano de partido".

Y fue aquí cuando Sada Zambrano asomó con mayor énfasis su rabia y exigió la renuncia por vergüenza del dirigente nacional panista, porque “no podemos permitir que se premie a quienes han desprestigiado a la institución política”.

Y para concluir expresó con el mismo enojo: "Creo que han insultado al pueblo de Nuevo León, por tomar la decisión de premiar a personas que, lejos de ser premiados, debieron ser amonestados cuando menos por un partido que aspira a ser el partido honesto de México, si tuviera vergüenza Gustavo Madero debiera renunciar".