La senadora Dolores Padierna Luna consideró contradictorio que mientras el gobierno federal pugna a nivel internacional por establecer mayores controles para el tráfico de armas, a nivel nacional se flexibilizan los controles, se omite la creación de un registro claro y se colabora para la “entrega controlada” de miles de armas que fueron a parar a manos de la delincuencia organizada.

Recordó que cuando fue Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora tuvo conocimiento de que la Agencia para el Control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos de los Estados Unidos estaba desarrollando y ejecutando un programa denominado “Dejar las armas caminar” que consistía en permitir el ingreso ilegal de armas de grueso calibre a México para posteriormente ser “rastreadas”, pretendiendo con ello, ubicar a líderes y células del narcotráfico.

"Resulta fundamental señalar que este operativo, se constituyó como el antecedente inmediato del ya famoso y fallido “Rápido y Furioso”, cuyos resultados han sido severamente cuestionados por las autoridades estadounidenses quienes abrieron diversas investigaciones para deslindar responsabilidades y sancionar a quienes diseñaron y operaron este programa; mientras que en nuestro país, apenas se ha discutido sobre las implicaciones, consecuencias y responsabilidades de este lado de la frontera, a pesar de que esas armas privaron de la vida a centenares de connacionales", sentenció.

Padierna Luna refirió que en la delincuencia organizada transnacional, el tráfico de armas tiene modalidades propias que no se presentan en el resto de las actividades ilícitas. En principio porque las armas de fuego son bienes de consumo duradero;  además porque no tienen que renovarse regularmente para seguir siendo competitivos.

"Se ha calculado que el número de armas (pistolas y fusiles de asalto) adquiridos todos los años corresponde al1% de las que ya están en circulación. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen UNODC, por sus siglas en inglés, ha calculado que el mercado mundial de armas de fuego ilícitas ronda entre 170 y 320 millones de dólares al año, es decir, entre el 10 y el 20% del mercado lícito. Además, ha destacado que el volumen del contrabando masivo de armas ha sido de tal magnitud que sus efectos son equiparables a las muertes ocasionadas por algunas pandemias", informó.

La también integrante de la Comisión de Justicia aseguró que de acuerdo con los datos de la UNODC, en México circula una cantidad de armas suficientes como para armar a uno de cada tres hombres adultos en el país, lo anterior en parte derivado de que para 2010 existían en los Estados Unidos al menos 6 mil 700 traficantes de armas a lo largo de la frontera con México, quienes por medio de contrabandistas transfronterizos trasladan lotes muy pequeños de armas ocultos en vehículos particulares a través de los cruces internacionales habituales.

En esa lógica y en vista de que alrededor de 88 millones de automóviles de pasajeros cruzan la frontera todos los años, en la mayoría de los casos diariamente es posible que uno solo de estos contrabandistas pueda transportar a través de estos cruces más de 500 armas por año en cantidades que no constituyan tráfico organizado de armamento.

Padierna Luna consideró que con estos datos se evidencia que la circulación y disponibilidad de armas de fuego y municiones en Latinoamérica ha ido en aumento, lo cual se ve reflejado en el incremento de las transferencias internacionales en el mercado legal y la intensificación de los flujos en el mercado negro. "Según los datos del informe denominado Small Arms Survey 2012, el valor anual de armas pequeñas y ligeras, piezas de repuesto, accesorios y municiones en la zona representa al menos 8.5 mil millones de dólares, es decir, más del doble de las estimaciones realizadas en 2006".

Señaló que en cuanto al mercado negro de armamento, la misma fuente menciona que el número de incautaciones ha ido en aumento, lo cual es un indicador del volumen total de armas que circula en la región.

"Se ha señalado que entre 45 y 80 millones de armas de fuego circulan legal e ilegalmente en América Latina. En el caso de Colombia se estima que por cada arma legal hay cuatro ilegales; en Brasil casi la mitad del total de las millones de armas existentes en ese país es ilegal 6 millones; y en México se estima que de las 15 millones de armas circulantes, el 85% es ilegal, una cifra que incluso ya pudo haber aumentado", detalló.

La legisladora dijo que el 70% de las armas decomisadas en México entre 2009 y 2010 procedía de Estados Unidos, de acuerdo con estadísticas de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos estadounidense, ATF, por sus siglas en inglés.

Recordó que en esos dos años, las autoridades mexicanas decomisaron un total de 29 mil 284 armas. De ellas, 20 mil 504 provenían de territorio estadounidense: 15 mil 131 fueron fabricadas en ese país y 5 mil 373 fueron importadas a Estados Unidos desde otra nación, según los datos de la ATF

Subrayó que la procedencia del 30% restante, 8 mil 780 armas, aún no ha sido determinada. De acuerdo con la ATF, la estadística surge de la información aportada por el gobierno de México, aunque éste no da a la agencia estadounidense datos de cada una de las armas que decomisa para que sea rastreada. Eso significa que la cantidad de armamento proveniente de Estados Unidos en territorio mexicano podría ser mayor.