Imágenes, películas, telenovelas y corridos han provocado un nuevo repunte de la violencia en contra de la mujer y el incremento de los feminicidios, aseguró la diputada Teresa Incháustegui Romero, presidenta de la Comisión Especial de Seguimiento a los Feminicidios.
En entrevista, la legisladora señaló que de acuerdo con un estudio que elabora esa comisión, este fenómeno tuvo una disminución entre 2004 y 2008, sin embargo, en los últimos tres, las cifras repuntaron nuevamente, dado que los medios de comunicación favorecieron las expresiones sexistas y machistas.
Es decir, dijo, el machismo se ha recrudecido en los últimos años y con ello el incremento de la violencia en contra de las mujeres.
“Tenemos datos que señalan que hubo años en los que declinó un tanto el feminicidio, sin embargo, en los tres últimos, al extenderse las expresiones culturales como imágenes, películas, telenovelas y los corridos o canciones gruperas, que aluden a la violencia en contra de las mujeres, el asesinato de éstas se volvió a incrementar”.
Agregó que lo más grave es que el fenómeno pasó de ser motivo de violencia intrafamiliar a público. Ejemplificó que en los años 50 a los 90, los asesinatos de mujeres se cometían al interior del hogar y hoy se realizan en las calles; “gran responsabilidad de esto la tienen los medios de comunicación masivos”.
Hace algún tiempo, dijo, todas las películas y telenovelas se referían a estereotipos sexistas, lo que ha sido retomado de nueva cuenta y hoy todo son sombreros, caballos, haciendas y los mismos modelos de agresión y violencia en contra de la mujer.
La violencia en los corridos, agregó, define también roles en la sociedad, además de juzgar valores y comportamientos de la mujer. Aunado a lo anterior, indicó, la violencia se da por los nuevos papeles que juega la mujer; por su empoderamiento económico, así como por la libertad y autonomía ganadas en los espacios públicos.
Afirmó que pese a que el Congreso aprobó reformas para combatir la violencia en contra de la mujer y endurecer las penas por los feminicidios, aún falta mucho por hacer porque “somos un país de 32 velocidades”.
Lo que vemos, dijo, es que las acciones tanto del gobierno federal como de los estados están muy lejos del desafío que representa contener los índices de asesinatos de mujeres.
“Falta un mayor involucramiento de la sociedad y los medios de comunicación, de las escuelas, las universidades, para ir desarraigando de la conciencia popular y las prácticas cotidianas, la discriminación y violencia en contra de las mujeres. Es una tarea a largo plazo en la que hemos logrado avanzar poco”.
Prueba de ello, aseguró, es el hecho de que entidades que antes no figuraban en los índices de feminicidios, hoy aparecen en los primeros lugares, como es el caso de Oaxaca, Chiapas o Michoacán.
Señaló que la Comisión Especial que preside tiene identificados 20 municipios del país en los que se concentra el 80 por ciento de los feminicidios.
Citó que municipios de Chihuahua, como Ciudad Juárez, Chihuahua y Cuauhtémoc; del Estado de México, Toluca, Ecatepec, Naucalpan y Tlalnepantla, así como las delegaciones del Distrito Federal, Guatavo A. Madero, Venustiano Carranza e Iztapalapa, registran el 60 por ciento del total de feminicidios en el país.
Concluyó que todos esos datos permitirán hacer una valoración para corregir acciones y encaminar presupuestos que permitan resolver el fenómeno desde su raíz.