Las víctimas de la corrupción somos todos pero, principalmente, los más pobres, aseveró Ricardo García Cervantes, presidente de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción (GOPAC); y agregó que además constituye una violación permanente a los derechos fundamentales.
Ante parlamentarios de México, Centroamérica y el Caribe, García Cervantes sostuvo que la “gran corrupción, la que se genera en las grandes empresas, particularmente de orden financiero, extractivo o comercial global, afectan las posibilidades de desarrollo de los países”.
En el marco de la IV Reunión de la Comisión de Probidad y Transparencia del Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (Foprel), aseguró que cuando se distraen recursos con la participación de funcionarios públicos, quedan insatisfechas necesidades de alimentación, salud y educación.
Es decir, se pierde el propósito fundamental, que es el de generar bienes públicos y satisfactores urgentes para la sociedad.
“Aquel que cree que se roba un peso o que favorece una práctica desleal con los propósitos de su país al disponer indebidamente de recursos públicos, cree que se queda con un centavo, pero con lo que se está quedando es con la vida, con el acceso a los bienes de la cultura, con la salud y con el futuro de todas y todos los miembros de una sociedad”, subrayó.
Resaltó que ese es alcance del debate que promueve la organización que preside, pues la corrupción toca grandes intereses, por lo que se requiere mucho patriotismo y valor para inscribirse en las filas de la denuncia y del combate frontal a ese delito.
“Normar y normalizar la transparencia en los congresos es condición sin la cual no se puede combatir, legislar, fiscalizar, denunciar y generar condiciones con autoridad, moral y política, para combatir la corrupción”, apuntó el también subprocurador de Derechos Humanos de la PGR.
Por ello, consideró que se debe asumir el liderazgo en las legislaturas y asambleas regionales, encontrar las buenas prácticas y atender los efectos de la corrupción, que en nuestros países están sustentados en la impunidad.
García Cervantes se pronunció a favor de construir nuevas soluciones, con sanciones penales y administrativas ejemplares que, junto con una estrategia de prevención, permitan avanzar hacia una cultura de la honestidad e integridad de gobiernos, empresas y de la sociedad, bajo el escrutinio y la cooperación internacional.
El comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), Ángel Trinidad Zaldívar, al presentar el tema “Transparencia y Acceso a la Información, Fundamentos del Estado Democrático”, aseguró que en una democracia el individuo debe estar en aptitud de conocer la actividad del Estado, pues el gobierno debe ser de la sociedad y no la sociedad del gobierno.
No es propósito de los ciudadanos hacer esclavo al Estado, aclaró: lo que requiere el ciudadano es tener la posibilidad de solicitar al gobierno cierta información, para ejecutar su derecho a participar.
Lo primero que debe recuperarse “es esta ciudadanía, el poder de la sociedad y esto solamente se puede lograr cuando dejamos de ser súbditos, ya que los ciudadanos no nacimos para callar sino por el contrario, estamos aquí para participar, discurrir y opinar en los altos asuntos del gobierno y esto es la enorme distinción entre un régimen autoritario y uno democrático”.
Tras señalar que el antídoto contra la corrupción es la rendición de cuentas, indicó que en la medida que los ciudadanos tengan acceso a la información y sepan lo que hacen sus autoridades, en esa medida crece la confianza y se generan condiciones favorables de inversión, producción y mejoría en el conjunto de la sociedad.
Así pues, con las leyes de transparencia y acceso a la información se busca que los ciudadanos conozcan la verdad de la actividad gubernamental, concluyó Trinidad Zaldívar.
Al final de la Asamblea de la IV Reunión de la Comisión de Probidad y Transparencia, los legisladores de la región aprobaron la resolución de la IV Reunión del Foprel.