El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados señaló que la incertidumbre del desabasto de alimentos y el peligro de una nueva alza en los precios permanece vigente en el país.
A través del “Análisis mensual de productos básicos. Junio de 2012”, estableció que los apoyos al sector agropecuario han sido insuficientes, debido a que la rentabilidad del campo sigue siendo reducida y el valor y volumen de las importaciones de productos agrícolas continúan elevadas.
Subrayó que la moderada estabilidad que mostraron por segundo mes consecutivo los precios de productos agrícolas dentro del mercado nacional, contrasta con la incertidumbre y alta volatilidad que prevalece en los mercados internacionales.
Refirió que ante los elevados precios que mantienen los granos, las leguminosas y otros alimentos derivados, el Gobierno Federal decidió adelantar el Programa Integral de Atención a la Sequía y el pago de 12 mil 187 millones de pesos a siete estados, con el fin de mantener las capacidades productivas del sector rural, así como el abasto permanente de agua y alimentos.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), Coahuila recibirá 206 millones de pesos para reducir los efectos de la sequía; Chihuahua, 3 mil 83.6 millones; Durango, mil 695.1 millones; Nuevo León, mil 389.8 millones; San Luis Potosí, mil 196.1 millones; Tamaulipas, mil 876.9 millones y Zacatecas, mil 739 millones de pesos.
En el documento, el CEFP puntualizó que durante abril, algunos productos básicos moderaron las altas tasas de importación que venían presentando desde 2011, como fue el caso del maíz y la semilla de soya que tuvieron, en abril, incrementos de 18.6 y 17.1 por ciento, respectivamente, con relación al mismo mes del año anterior.
Sin embargo, las compras al exterior de frijol se elevaron de 9.5 millones de dólares (mdd) en abril de 2011 a 24.3 mdd en abril de este año, para registrar un incremento de 156.3 por ciento en ese periodo.
“Este aumento continúa siendo efecto de la ampliación del cupo en las importaciones de ese grano que se dio a conocer en enero de 2012, a consecuencia de la pérdida de la producción que causaron las adversidades climáticas como las sequías, inundaciones y heladas de 2011”.
Para este año se contempla la asignación de 39.6 millones de toneladas adicionales para personas físicas y morales y 6 millones de toneladas serán entregadas de forma directa al Programa de Abasto Rural, con el fin de garantizar el suministro de este alimento en las zonas rurales, mencionó el Centro.
Resaltó que un argumento que justifica el incremento en las importaciones de un producto es que con ello se logra la estabilización de los precios al mantener la oferta en el mercado nacional; no obstante se observa que el precio del frijol, a pesar de que ha disminuido en 7.50 por ciento entre enero y mayo de este año, se mantiene en niveles altos, puesto que su precio nominal alcanzó los 20 pesos el kilogramo durante enero y sólo se ha reducido a 18.50 pesos hasta el mes de mayo.
Sin embargo, refirió, las autoridades de Sagarpa prevén que en caso de que se prolongue la sequía en varios estados del norte y se intensifiquen las lluvias en el centro y sur del país, se pondría en riesgo la producción de este cultivo, lo cual podría acentuar de nueva cuenta el alza, tanto en los precios, como en el volumen de las importaciones de este producto.
Precisó que a pesar de la alta tasa registrada en las importaciones de frijol, el valor de éstas ha promediado alrededor de 25 millones de dólares mensuales en lo que va de febrero a abril, cifra muy por debajo del valor de la importación de otros cultivos como el maíz (375.4 mdd), la semilla de soya (244.3 mdd), el trigo (136.5 mdd) y las semillas de nabo o colza (126.0 mdd), cuyo valor en conjunto sumó 882.1 mdd, por lo que las importaciones de estos cuatro productos equivalen al 67.3 por ciento del total del valor de las importaciones agropecuarias efectuadas en abril.
Resaltó que si bien la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) ha planteado que México cuenta con capacidad de importación, habría que considerar qué papel prefiere desempeñar el país, si como productor o como importador neto.
Lo anterior, enfatizó, “puesto que se ha ampliado la importación de estos últimos, aunque ello responde a los desequilibrios en la producción por causa de los eventos climáticos desfavorables”.
Ser importadores, abundó, implica mayor vulnerabilidad ante devaluaciones, o bien, ante la volatilidad en los precios internacionales de los alimentos como se vio a lo largo del año pasado, situaciones que terminan impactando el nivel de los precios internos; por tanto, limitan a la población de más bajos ingresos el acceso a los alimentos.