Se equivocan quienes impulsan la elección de Eduardo Medina Mora como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y se valen de interpretaciones de la Ley para validar una candidatura que no cumple con lo señalado en el último párrafo del artículo 95 constitucional.

Así lo advierte la senadora Angélica de la Peña, al señalar que “algunos senadores acusan fobias personales para descalificar las críticas y objeciones que se hacen a la propuesta mencionada”.

E insistió: “En este nombramiento de quien vaya a la SCJN, el Senado debiera estar aplicando el mayor rigor posible en el cumplimiento de los requisitos legales de las propuestas y la idoneidad que significa, entre otras cosas, no ser cuestionado por nadie".

En su calidad de secretaria de la Comisión de Justicia y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, explicó que aún -suponiendo sin conceder- que el señor Eduardo Medina Mora cumpliera estrictamente con los parámetros legales, su desempeño como funcionario en la Procuraduría General de la República y en la Secretaría de Seguridad Pública en sexenios pasados son muy cuestionados.

"Los antecedentes del señor Medina Mora se objetan porque no se caracterizó por la defensa irrestricta de los derechos humanos, que debe ser la característica que distingue a quien ocupe la vacante del fallecido ministro Valls".

El Senado de la República, argumentó de la Peña Gómez, debió ser exigente desde la misma integración de la terna enviada por el titular del Ejecutivo federal, porque como escribió el Jurista Italiano Piero Calamandrei en 1935: “El Estado siente como esencial el problema de la selección de los jueces; porque sabe que les confiere un poder mortífero que, mal empleado, puede convertir en justa la injusticia, obligar a la majestad de las leyes a hacerse paladín de la sinrazón…”.

Añadió que la sociedad ha comenzado a manifestarse en contra del posible nombramiento de Eduardo Medina Mora y dijo que el portal Change.org ha recibido hasta el momento 26 mil firmas que exigen detener el proceso legislativo respectivo y organizaciones como la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Fundar, Centro de Análisis e Investigación, Grupo de Información en Reproducción Elegida, Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, Designaciones y Artículo 19, se manifestarán con el mismo objetivo.

"Si las y los senadores no escuchamos y atendemos el reclamo de personalidades, estaremos dando la espalda a uno de los pilares de nuestra incipiente democracia", advirtió.

De la Peña Gómez externó: "Quienes realmente debilitan a las instituciones, en este caso la SCJN, son quienes anteponen intereses de grupo o cálculos políticos, olvidando que el espíritu de las leyes es la justicia; serán ellos los responsables de que el máximo tribunal de la nación retroceda en la protección de los derechos humanos en medio de la peor crisis de violaciones que estos hayan tenido lugar en nuestro país, como lo han denunciado el informe del Relator para la Tortura, Juan Méndez, y el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas”.

Finalmente, la senadora dijo que “el Presidente de la República debe atender el pulso de la sociedad e influir para que desista el impulso a la candidatura de Eduardo Medina Mora a la SCJN; estamos viviendo tiempos extraordinarios que requieren sensibilidad e inteligencia para no abrir más espacios para cuestionamientos".