El ajuste al gasto público anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México implica el desmantelamiento de las empresas productivas del país, como lo son Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad.

Así lo manifestó el líder de los senadores perredistas, Luis Miguel Barbosa Huerta, al señalar que “este ajuste es una decisión inevitable de dichas dependencias que optaron por tener una mejor mínima en la relación peso-dólar, para detener el efecto inflacionario derivado de la depreciación permanente de nuestra moneda”.

Y añadió: “Pero aplicar una reducción tan grande de un 20 por ciento de su gasto programable para Petróleos Mexicanos y de poco más de dos mil millonespara la Comisión Federal de Electricidad, no es otra cosa más que una situación muy dramática de desmantelamiento de estas dos empresas públicas”.

El legislador poblano señaló que en el caso de Pemex, podría pensarse que como todas las empresas petroleras del mundo, se requieren ajustes cuando hay una caída en el precio de sus productos.

“La diferencia es que ésta es una empresa pública, de la que dependen sectores sociales importantes en el país como para que se tomen decisiones simple y sencillamente que permitan lo que debe ser una sana competencia entre las empresas petroleras del mundo”, agregó.

Barbosa Huerta aseguró que el bajo crecimiento en Pemex significa reducción en la inversión pública nacional y extranjera en México y significa la negativa de un desarrollo sano de nuestra sociedad.

Reconoció que México vive una situación económica grave que tiene que ver con factores internacionales muy fuerte como el precio del petróleo y el bajo crecimiento de las economías de oriente.

“Pero lo que está fallando de manera mundial es el modelo económico. Este modelo que se aplica en todos los países del mundo y que se impone por los organismos financieros internacionales, está determinando un sometimiento de las economías del mundo frente a la economía americana”, añadió.