El presidente de la Comisión Especial de Desarrollo Sustentable de la Cámara de Diputados, René Ricardo Fujiwara Montelongo, advirtió que el 9 por ciento de los medicamentos que circulan en nuestro país se encuentran caducos y representan una amenaza a la salud pública.
Al encabezar la ceremonia de colocación del contenedor para medicamentos caducos, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el legislador destacó que, igualmente, hasta el 20 por ciento de medicinas que se venden de manera ilegal en tianguis, vía pública o en el mercado negro se encuentran vencidos.
Añadió, que del total de medicamentos que se venden en esos sitios, el 50 por ciento son muestras médicas o productos robados.
Indicó que también pueden representar un serio problema al medio ambiente ya que, dijo, en muchas ocasiones son tirados a la basura e incluso al drenaje, lo que puede dañar a los ecosistemas.
“Muchos se desechan al drenaje o la basura, lo que también implica un daño al medio ambiente, principalmente por los fuertes químicos que pueden dañar la vida silvestre”, subrayó.
Pidió generalizar la cultura de depositar los medicamentos vencidos en los contenedores especiales, ya que en caso de ser consumidos, alertó, se corre el riesgo de que su ingesta cause malestares estomacales, ataques de ansiedad o “situaciones aún más peligrosas”.
“Debemos sensibilizar a la sociedad. Si checamos en las gavetas o botiquines de nuestra casa, nos daremos cuenta de que tenemos muchos medicamentos caducos que podrían tener consecuencias graves en la salud”, comentó.
Por su parte, el director de operaciones del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos A.C. (SINGREM), Rogelio González García, asociación encargada de colocar los depósitos especiales, informó que a partir de que comenzaron con esta campaña hace 4 años, han recolectado 250 toneladas de medicamentos inservibles, a través de 3 mil 500 contenedores.
Explicó que los productos más comunes son aquellos usados para resfriados y antidiarreicos; no sólo se recolectan el contenido, sino también sus envases para evitar que puedan darles un mal uso.
“Difícilmente podríamos encontrar cancerígenos, pero sí nos interesa que depositen también sus envases para evitar que alguien pueda usarlos con otros fines”, expresó.
El material recolectado es incinerado y se evita que vuelva a ser comercializado, concluyó.