La reforma constitucional en materia energética no orienta a que los energéticos sean la gran solución a los problemas sociales que enfrenta el país, advirtió desde la tribuna parlamentaria el senador Fidel Demédicis Hidalgo.
“La forma en que las leyes reglamentarias se van a votar en el pleno del Senado de la República y luego en la Cámara de Diputados para que posteriormente las promulgue el presidente Enrique Peña Nieto, no orienta a que los energéticos sean la salida que nuestro pueblo está esperando para remediar los grandes males que hoy padece”, agregó.
El legislador por Morelos lamentó que en el proceso de discusión de las reformas secundarias no haya existido ningún debate de fondo.
“La reforma energética no puede dejar fuera la decisión a los ejidatarios, los comuneros, de los pueblos originarios en la toma de la decisión fundamental de si se producía o no a explotación de sus tierras”, puntualizó.
Explicó que durante el viaje que hizo junto con la Comisión de Energía del Senado a Estados Unidos y Canadá, pudo corroborar que el problema de raíz en México es que hay una regulación muy laxa y se permite absolutamente todo a las empresas privadas.
“Los órganos reguladores tienen que ser un instrumento para impedir que las trasnacionales abusen, y lo que estamos viendo hoy aquí en el Senado de la República, después de revisar artículo por artículo, vemos que el órgano regulador va a servir para todo menos para evitar que las trasnacionales vengan a ensañarse con el pueblo, tan sufrido de México”, insistió.
En ese sentido, exigió que los órganos reguladores antepongan los intereses del país para generar dividendos que resuelvan los problemas sociales, para cuidar el medio ambiente y para generar desarrollo de México.
Demédicis Hidalgo afirmó que los órganos reguladores como se están proponiendo sólo servirán de comparsa y de acompañamiento para que la entrega de los energéticos del país hacia las trasnacionales sea una realidad que suma en la miseria al pueblo mexicano.
Lamentó que pese a los “nobles” sentimientos de algunos senadores, se imponga la disciplina de los jefes políticos que han decidido que México no sea un país libre.
“Las voces de los senadores de este país se tienen que levantar para defender los intereses de nuestra patria”, pidió a sus colegas que lo escuchaban y que finalmente no lo escucharon y votaron porque las leyes secundarias en materia de energéticos se aprobara como quiso la mayoría priísta, panista y ecologista.