Por Arturo Estrada Rosales
México es el segundo país con mayor número de muertos por contaminación en toda América Latina, revela un estudio del Clean Air Institute, en el que se destaca que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México registra 15,000 decesos por año atribuibles a la contaminación del aire ambiental.
El documento señala que únicamente superada México es superado por Brasil, porque acumula 23,000 muertes por ese fenómeno y Argentina se ubica en tercer lugar con poco más de 10,000 decesos relacionados con la contaminación.
Hace unos días, el Instituto Nacional de Difusión de la Constitución envió a este columnista de “Grilla en el Poder” México en las Noticias, un documento referido al problema de la contaminación atmosférica que sufre el país, en general y en particular la Ciudad de México, la zona conurbada y Monterrey, debido a los altos índices de partículas contaminantes proveniente de los gases emitidos por los vehículos, las fábricas y la generación de energía.
Desde luego que esa preocupación del organismo se encuadra en el incumplimiento de lo que marca nuestra Constitución, cuando señala que los ciudadanos mexicanos tenemos el derecho a la salud por elementales razones de carácter humano.
Derecho que se encuentra enunciado, principalmente, en el artículo primero de la Carta Magna, que indica que los derechos humanos deben ser progresivos, es decir, que no queden sujetos a un procedimentalismo que los encapsule y los haga nulos.
Y agregan los constitucionalistas que a pesar de los sucesivos aumentos de gasolinas y diesel, no se observa, ni de Hacienda, ni de Energía, ni de Semarnat, ni de Pemex, ni del Ejecutivo Federal, ninguna acción concreta para atacar los índices de contaminación ambiental.
Y ese criterio lo basan en que 365 jornadas que conformaron el año pasado, la Ciudad de México y los municipios aledaños experimentaron 362 días con calidad de aire regular, mala o muy mala para la salud, de acuerdo con datos oficiales del Sistema de Monitoreo Atmosférico SIMAT.
Es decir, en 89% de los días del año, es decir en 324 días, los niveles de ozono pusieron en riesgo de padecer enfermedades respiratorias a la población, en especial la población infantil; las concentraciones de partículas relacionadas con diferentes tipos de cáncer, registraron niveles alarmantes en 99% de las jornadas.
Es así, que el Distrito Federal supera los niveles de polución de ciudades como Medellín, Bogotá, Montevideo, Sao Paulo y San Salvador.
En la Ciudad de México la acumulación de estas partículas contaminantes en la atmosfera es de 57.0 microgramos por metro cúbico, cuando el nivel exigido por la Unión Europea y la OMS es de 40 y 20 microgramos por metro cúbico respectivamente.
Por otra parte, tanto el Distrito Federal como la ciudad de Monterrey se encuentran entre las ciudades que más gases de ozono acumulan en su atmosfera, con 59.4 y 55.2 microgramos por metro cúbico respectivamente.
Como una medida precautoria y relacionada con las muertes atribuibles al ozono, los estudios de series cronológicas indican un aumento de mortalidad diaria de 0,3% a 0,5% por cada incremento de diez microgramos por metro cúbico en las concentraciones de ozono durante ocho horas por encima de un valor de referencia estimado de 70 microgramos por metro cúbico. Los niveles de ozono en México rebasan hasta en un 150% los nivele permitidos por la OMS.
En cuanto a las emisiones de dióxido de nitrógeno, el Distrito Federal con 54.2, sobrepasa ampliamente los 40 microgramos por metro cúbico recomendados por la OMS y la Unión Europea.
Por su parte, el Informe de la Calidad del Aire en América Latina Una Visión Panorámica, remarca que la ciudad de Monterrey tiene los niveles más altos en toda América Latina de contaminación por PM10 (Material particulado, por sus siglas en inglés, que provienen de los gases emitidos por los automotores y la generación de energía).
Y como efecto de la contaminación atmosférica, México es el segundo país con mayor número de muertos por contaminación en toda América Latina. Así lo reporta un estudio realizado por el Clean Air Institute, en el que se destaca que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México registra 15,000 decesos por año atribuibles a la contaminación del aire ambiental, siendo únicamente superada por Brasil, que acumula 23,000 muertes, ocupando Argentina el tercer lugar con más de 10,000 decesos relacionados con la contaminación.
Ante esta situación, mediante su Carta Ciudadana, el Instituto Nacional de Difusión de la Constitución, por medio de su coordinador, Carlos César Cárdenas Márquez, exigen a las autoridades locales y federales actualizar las normas que establecen los límites de contaminantes con los estándares internacionales recomendados por instancias como la OMS, para dar paso a acciones que ofrezcan una mejor calidad de aire a la población de la zona metropolitana.
Asimismo, hacen hincapié, que el artículo 17 de la Constitución señala el camino para que la colectividad mexicana exija, mediante las acciones colectivas y en particular la acción difusa, el cumplimiento de tratados y convenios celebrados por México en materia de salud, los parámetros de la Norma Oficial Mexicana y los indicadores que nos proporciona la OMS.
Y finalmente señalan que las acciones colectivas señaladas se refieren exclusivamente a la defensa del medio ambiente y a la de los consumidores, por lo cual consideran que se entable una demanda en contra del Ejecutivo Federal y las Secretarías directamente relacionadas con el tema ambiental y obviamente también incluir a la paraestatal Petróleos Mexicanos.
Más, ciertamente considera el Instituto Nacional de Difusión de la Constitución, que el legislador optó por la vía civil para enfrentar este tipo de agravios, pero que obviamente no es la vía más rápida y expedita, sino todo lo contrario: lenta, llena de obstáculos y que está erizada de improcedencias, sobreseimientos y de oscuras jurisprudencias y tesis inimaginables,
Sin embargo, dicen, habrá que intentar esa vía para tratar de demostrar que la vía jurídica no está clausurada.