El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que su Gobierno está resuelto a emprender una transformación de fondo “que nos permita sentar nuevas bases, nuevos pilares y nuevos cimientos para construir mejores condiciones para el país”.

Añadió que en este primer año de gestión “hemos dedicado buena parte del empeño y de la gestión a sembrar para cosechar en los años posteriores, en los años por venir”.

Al inaugurar la presa El Yathé, una obra de alto impacto social que garantizará un mayor almacenamiento de agua, más de 44 millones de metros cúbicos, que habrán de beneficiar a toda la región del Valle del Mezquital, enmarcó estos casi doce meses de gestión en dos grandes líneas de trabajo:

· Sembrar para que México pueda lograr mayor crecimiento y desarrollo en los próximos años.

· Se han emprendido, desde el inicio de esta Administración, distintas obras y sobre todo acciones que están permitiendo elevar la calidad de vida de los habitantes del país.

El Primer Mandatario destacó además que su Gobierno tiene claro que la palabra empeñada deberá de cumplirse a cabalidad, y está resuelto a hacerlo a partir de construir los cimientos “que hemos desarrollado a lo largo de este primer año de gestión, para que el futuro de nuestro país sea más promisorio, más alentador, y sobre todo, de mayores realizaciones para todos sus habitantes”.

“Mi Gobierno tiene por delante la materialización y concreción de 266 compromisos que asumí como candidato”, puntualizó.

Precisó que el Gobierno de la República está en la ruta y en la planeación debida para cumplir a cabalidad esos 266 compromisos. “Son proyectos de distinto orden, de distinto carácter, y que tienen que ver fundamentalmente con temas de infraestructura para el desarrollo”, añadió.

El Primer Mandatario dijo que en este primer año de gestión se han impulsado distintas reformas “que sin duda han generado resistencias, oposición en algunos sectores, pero que al final de cuentas estamos en la firme convicción de que van a traer para el país mayor impulso en su desarrollo, en su progreso, en la capacidad para poder generar más empleos, y con ello alentar e impulsar el dinamismo de nuestra economía”.

Apuntó que “en México tenemos que alentar o estructurar pilares que nos permitan mejorar y consolidar nuestro mercado interno, nuestra capacidad de ser más productivos, y de poder con ello dinamizar nuestra economía, un impacto inmediato que esto tiene, que es al final de cuentas mejorar los ingresos de las familias de nuestro país”.

Resaltó que esto sólo es posible “si realmente hacemos ajustes de carácter estructural. Si mantenemos las cosas en la inercia que originalmente llevábamos, solamente estaríamos administrando el curso de las cosas”.

El presidente Peña Nieto explicó que la nueva presa El Yathé, que había sido anhelada por varias generaciones “porque esta era una región dentro del estado de Hidalgo de mayor pobreza y marginación”, beneficiará a miles de productores que ahora podrán elevar la producción de sus tierras, además de que potenciará el desarrollo de la región.

El impacto de esta obra no es menor, indicó, pues en esta región se amplía el número de hectáreas de riego que ahora podrá tener: de seis mil 420 hectáreas que actualmente tiene, pasará a nueve mil 370 hectáreas de riego; es decir, se incrementa en un 45 por ciento la tierra cultivable que ahora será de riego.

Indicó que esta tierra expulsó a muchos hidalguenses a otras regiones de México o al vecino país del norte en búsqueda de alguna oportunidad. “Obras como la que hoy estamos entregando permiten que la gente se arraigue y encuentre oportunidad a partir de encontrar espacios laborables, y sobre todo de poder tener un mejor ingreso a partir de la producción de sus tierras”, añadió.

El Titular del Ejecutivo Federal señaló que con la temporada de lluvias de los últimos meses, las más de cuatro mil presas que están en el territorio nacional hoy están nuevamente recargadas, y en algunas regiones duplicaron y hasta triplicaron su capacidad, lo que garantiza para los próximos meses abasto de agua potable para los habitantes, y también para el riego de las tierras.

“Esto puede asegurarnos que en el próximo ciclo agrícola tendremos una mejor producción, y en consecuencia deberemos tener mejores ingresos para las familias que viven y dependen de la actividad agrícola”, apuntó.