En sesión de Congreso General, previa a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, legisladores de los siete grupos parlamentarios externaron sus posicionamientos con motivo de la transmisión del Poder Ejecutivo Federal.
En el Recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro, dio inicio la sesión con una asistencia de 479 diputados y 123 senadores.
Por el PRI, el diputado Heriberto Galindo Quiñones destacó que esta ceremonia solemne marca el inicio de una etapa nueva en la vida de México. Los electores, dijo, mandataron al nuevo Presidente de la República a recuperar la paz y disminuir la violencia, y a lograr un crecimiento económico que multiplique la creación de empleos formales y modifique la distribución del ingreso.
También, agregó, a combatir la pobreza y la desigualdad, a innovar y a mejorar la educación, acabar con los privilegios fiscales, defender y modernizar el patrimonio nacional, ampliar la seguridad social y los derechos políticos y recuperar el liderazgo de México en el concierto internacional.
Aseguró que los mayores retos residen en formar nuevos, vigorosos y duraderos consensos, y en particular, con visión de futuro las transformaciones inevitables y las grandes reformas. “Quienes no abracemos el cambio transformador corremos el riesgo de quedarnos a la zaga del progreso y de la historia. Por ello, saludamos y respaldamos el Pacto por México, que está por firmarse entre las diferentes fuerzas políticas”.
Galindo Quiñones convocó a todas las fuerzas políticas a dejar atrás las tensiones de la competencia electoral y superar las confrontaciones, así como dar prioridad a los intereses de la nación antes que los personales o lo partidistas. Se pronunció por un cambio en las políticas públicas en materia energética, económica y de seguridad pública entre otras.
En su oportunidad, el senador Francisco Domínguez Servién (PAN) hizo votos porque el Congreso General, en esta toma de posesión del Presidente de la República, marque el inicio de una nueva era en la vida política de México en la que se salvaguarden los avances conseguidos en los últimos 12 años.
“Más que una oposición seremos una fuerza política que apostará por la construcción de acuerdos, para impulsar las reformas y leyes que conduzcan a México hacia un mejor futuro”, afirmó.
Recalcó que apoyarán las causas y proyectos del gobierno entrante, cuando así se amerite, “pero no renunciaremos a nuestros principios, ni daremos cheques en blanco. Vigilaremos estrechamente el desempeño del Poder Ejecutivo, lo que hará valer, hasta ahora, una auténtica división, equilibrio y colaboración de Poderes”, dijo.
Se pronunció por mantener un diálogo abierto para alcanzar acuerdos con todas las fuerzas políticas, a fin de concertar las reformas estructurales que requiere el país, “siempre con respeto a la democracia, a la transparencia, la rendición de cuentas y los derechos humanos”.
Por su parte, el senador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta (PRD) mencionó que el interés superior de la República requiere del diálogo, pues la integración de una agenda nacional implica trabajo conjunto de gobierno y sociedad.
“Las prioridades no pueden definirse desde un partido o un poder; se requiere de un verdadero acuerdo que permita la reconciliación de las mexicanas y mexicanos con las instituciones del Estado e identifique las grandes tareas como país y que sume a la sociedad a estos esfuerzos y sobre todo que incida positivamente en el bienestar”, afirmó.
Mencionó que el PRD dedicará todos sus esfuerzos para convertirse en una alternativa socialmente útil y abierta a la sociedad; un partido que haga propuestas, que sea promotor del diálogo, de la discusión seria, fuerte y responsable; de la construcción de acuerdos con todas las fuerzas políticas, con el gobierno y, sobre todo, con la sociedad.
Dijo compartir la visión que considera que la política debe ser una herramienta útil para alcanzar el bienestar de la sociedad. “Hablamos de trabajar para las personas y no para las estadísticas. Me refiero a alejarnos de las frías cifras y concentrarnos en las aspiraciones, en las esperanzas de las mujeres y hombres de carne y hueso que habitan en nuestro país”, subrayó.
El diputado Arturo Escobar y Vega (PVEM) dijo que México requiere discutir sanamente, romper dogmas y desenredar nudos ideológicos que no nos permiten avanzar.
Se inicia, señaló, la construcción de una historia que ubicará al país como líder de las naciones emergentes, con oportunidad de convertirse en potencia económica y de justicia asocial.
Agregó que México va a cambiar y erradicará la violencia, desigualdad y pobreza extrema, “sus peores enemigos”. La lucha contra la delincuencia “no merece tregua ni espacios de impunidad, sino un combate eficaz, con estrategia diferente e información, que arrincone a criminales, no a la ciudadanía. No podemos seguir viviendo con miedo”, enfatizó.
Dijo que es necesario desaparecer el secuestro y la extorsión y reconoció la labor de las Fuerzas Armadas. Aseguró que el nuevo gobierno no va a “cerrar la herida abierta con el cáncer aún dentro, aunque otros presionen para ello”.
El diputado Ricardo Monreal Ávila (MC) señaló que su partido no firmará pactos políticos con las élites burocráticas ni con los grupos de poder oligárquico.
“Los compromisos que asumimos con México son para la historia, no para la fotografía; son para el cambio verdadero, no por un cambio cosmético. No impulsaremos simplemente la alternancia de siglas, sino el siglo de la alternancia mexicana”, añadió.
Enfatizó que su partido seguirá luchando hasta lograr el objetivo superior de la transformación del país.
“Seguiremos defendiendo el petróleo y la energía de la privatización. Seguiremos denunciando el saqueo y el pillaje, seguiremos alzando la voz contra los feminicidios, contra los crímenes de odio, contra las desapariciones forzadas y contra todo aquello que es una lacra”, puntualizó.
Por el PT, el diputado Ricardo Cantú Garza dijo que su grupo parlamentario no permitirá incremento de impuestos, en particular el IVA a medicinas y alimentos “que sangren aún más la situación económica de las familias”.
Se pronunció a favor de un salario digno y remunerador, tal y como lo establece el artículo 123 constitucional, que estimule el mercado interno y fortalezca la planta productiva nacional.
Propuso que el Paquete Económico 2013 reoriente el gasto público para destinarlo primordialmente al gasto social, a la generación de empleos, al combate a la inseguridad, que son las principales demandas de la sociedad.
En materia educativa, dijo que pugnarán porque se destinen mayores recursos a este sector para que las nuevas generaciones de mexicanos cuenten con un sistema de carácter público de calidad que permita a los educandos una formación de excelencia.
En tanto, la diputada Lucila Garfias Gutiérrez (Nueva Alianza) señaló que el nuevo gobierno tiene la obligación de demostrar que está dispuesto a impulsar una política que recupere la dignidad y la confianza para potenciar sus capacidades, el diálogo franco y el respeto a los acuerdos que deben ser norma fundamental en estos tiempos; “de lo contario, perderemos nuevamente la oportunidad de un mejor futuro”.
Agregó que “México necesita crecer y cambiar. México no es una entidad en abstracto, menos aún botín de nadie; México es una fuerza vital que se mueve hacia adelante; necesita un Presidente que comprenda y sienta la realidad social, las expectativas de la gente y asuma con plenitud el papel que los ciudadanos y la historia le han designado”.
En Nueva Alianza, agregó, estamos convencidos de que en un gobierno democrático la rendición de cuentas es la mejor forma de generar credibilidad y edificar su propia legitimidad, facilitando con ello la construcción de acuerdos y consensos con todas las fuerzas políticas y sociales del país.
“Seremos una oposición responsable que no comprometerá su lealtad con ningún actor, nos declaramos listos para debatir y negociar con el compromiso de promover acuerdos y generar los cambios que el país necesita”, concluyó.