En México la tasa de embarazos en mujeres de 12 a 19 años es de 79 por cada mil y se calcula que entre 30 y 60 por ciento terminan en abortos inducidos, señaló el secretario de la Comisión de Salud, diputado Leobardo Alcalá Padilla.
Por ello, impulsa un punto de acuerdo para exhortar al titular de la Secretaría de Salud a que incremente los programas de prevención de embarazos en adolescentes.
Destacó que la edad de inicio de la actividad sexual en México es del 68 por ciento entre los 15 y 19 años; 21 por ciento, entre los 20 y 24 y del 9 por ciento de 12 a 14 años.
El legislador señaló que de acuerdo con la Organización Mundial de Salud, el embarazo durante la adolescencia es considerado de riesgo, debido a las repercusiones que tiene sobre la salud de la madre y el producto, además de las secuelas psicosociales, particularmente sobre el proyecto de vida de los y las jóvenes.
Precisó que las entidades con problemas de mortalidad materna más serios son Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Nayarit y Oaxaca, que presentan cifras de razón de mortalidad materna superiores a 80 por 100 mil nacidos vivos.
Los porcentajes más altos de embarazos en adolescentes, dijo, se presentan en los servicios estatales de salud (26.5 por ciento) y el IMSS-Oportunidades (24.5 por ciento), y los más bajos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (10.1 por ciento) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (5.3 por ciento).
Alcalá Padilla refirió que actualmente la actividad sexual tiende a iniciarse en etapas cada vez más tempranas, lo que produce un número mayor de embarazos en adolescentes. Se calcula que anualmente se producen en el mundo 13 millones de embarazos en mujeres menores de 20 años, 90 por ciento de los cuales ocurren en los países en vías de desarrollo.
En las instituciones públicas de salud, indicó, el 21 por ciento de los partos atendidos en 2005 fueron en menores de 20 años y casi 7 mil 289 ocurrieron en niñas de 10 a 14 años de edad. El riesgo de morir de las adolescentes que se embarazan es 1.2 veces mayor que el de las embarazadas mayores de 20 años.
Subrayó que es imprescindible mejorar el acceso, la calidad y la oportunidad de la atención del parto y el puerperio, ya que es necesario dar seguimiento de manera prioritaria los embarazos en adolescentes. Además, los servicios de salud deben tomar en cuenta a los adolescentes en el diseño de sus políticas de salud reproductiva.
Planteó solicitar a la Secretaría de Salud que incremente los programas de prevención de embarazos en adolescente y se hagan las modificaciones pertinentes con el fin de que todos los hospitales cuenten con servicios de ginecología y obstetricia, adecuen sus aéreas para la integral atención del embarazo.