El escaso aumento al salario mínimo de 2012 no ha compensado el incremento de distintos productos de la canasta básica, establece el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
En el documento “Análisis mensual de productos básicos. Enero de 2012”, menciona que entre febrero 2011 y la segunda semana de enero del presente año, el costo del consumo individual mensual de insumos básicos pasó de 522.80 pesos a 564.67, lo que significó un incremento de 8.0 por ciento, mientras que el salario mínimo general ascendió sólo 4.2 por ciento.
El aumento del valor de la canasta básica del consumo mensual de una persona creció 41.90 pesos, por lo que actualmente tendrá que trabajar más de cinco horas adicionales para mantener el mismo nivel de consumo de febrero de 2011, afirma el CEFP.
“Se confirma el deterioro del poder adquisitivo del salario, principalmente de las familias de menores ingresos, que son las que invierten un mayor porcentaje de sus ingresos en el consumo de alimentos”, asegura el análisis.
Agrega que desde finales de 2010 el incremento en los precios de los alimentos aceleró el deterioro de los salarios y, en consecuencia, los ingresos de las familias.
Dicha situación, abunda, hasta febrero del año pasado, se debió al aumento en los precios internacionales del trigo, maíz y arroz, que ocasionó una escalada en los costos de productos incluidos en la canasta básica.
Tal escenario se recrudeció a partir de abril con los cambios climáticos ocurridos en el país, como las heladas, sequías e inundaciones.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas reitera que el deterioro salarial continuará aumentando toda vez que no se frene la escalada de precios de la canasta básica; por lo que se “advierte que las presiones inflacionarias en los alimentos seguirán latentes en los próximos meses ante la escasez de productos básicos por la menor producción de bienes agrícolas debido a la problemática ocasionada por los cambios climáticos”.
Argumenta que si bien se está tratando de garantizar el abasto mediante mayores importaciones y aminorar el alza en los precios, éstas podrían ser cada vez más caras debido a la reciente apreciación del dólar, presionando al alza de los precios internos de los alimentos.
Subraya que es necesario que el gobierno mexicano promueva nuevos mecanismos y formas de producción, como la siembra de cultivos con una menor demanda de agua en aquellos estados azotados por la sequía.
“Esta situación ayudaría a mantener la productividad y garantizar una buena producción en el sector agropecuario; además de reducir el índice de dependencia alimentaria de granos y disminuir la vulnerabilidad que padece el mercado nacional a la volatilidad de los precios nacionales e internacionales”, resalta el estudio del CEFP.