La presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, Verónica Beatriz Juárez Piña, afirmó que el fenómeno del Bullying que viven los infantes en los centros escolares es “el reflejo de la violencia generalizada que existe en toda nuestra sociedad”.
Consideró que no debe verse al niño o niña ofensor sólo como el agresor, sino también como una víctima del clima de violencia que priva en la población, ya que “si se ve violencia en casa, en la sociedad, en la televisión o en los medios de comunicación, entonces se tendrán niños violentos”.
Subrayó que “no lo podemos ver como una persona culpable porque ejerce la violencia, sino como otra víctima, porque sólo es el reflejo de lo que ve”. Sin criminalizarla al agresor, continuó, se debe conocer el por qué es violento en contra de sus iguales.
“Aunque el común denominador de estas agresiones es la violencia, se debe conocer el por qué se genera. Es necesaria la participación de los padres de familia, de los directivos de las escuelas, y de la denuncia correspondiente si el hecho lo amerita”, puntualizó.
Además, agregó, se debe dar seguimiento y tratamiento, tanto al infante que fue víctima de Bullying como al que lo haya cometido.
“Me parece que debe haber una concurrencia, no solamente de la escuela; necesitamos la participación de los padres de familia, pero también de la institución de manera.
Aseguró que desde la Comisión que encabeza se está impulsando una Ley que erradique la violencia en la niñez, para que puedan vivir en un ambiente en donde se puedan desarrollar de manera integral.
Esto, buscando lo mejor para ambos polos de la problema, víctima o victimario, ya sean niños o niñas, “ya que en el primer caso si no se le atiende les dejará secuelas que no le permitirán desarrollarse”.
Sostuvo que deben conocerse de forma oportuna este tipo de agresiones, para que la autoridad pueda intervenir sin violentar los derechos de los infantes.
“La denuncia es importantísima, por eso es que los padres y madres de familia deben estar en constante comunicación con sus hijos, porque hay ocasiones que los pequeños callan por temor a volver a ser agredidos, a que no le crean en la escuela o sus padres”.