La presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, Verónica Beatriz Juárez Piña, impulsa un punto de acuerdo para exhortar a los congresos de los estados a homologar su legislación civil, a fin de que la edad mínima para contraer matrimonio sea de 18 años.
La legisladora mencionó que en Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Chiapas, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas, es de 16 años.
Mientras, en Baja California, Campeche, Chihuahua, Durango, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán, es de 14 años para las mujeres y para los hombres es de 16.
Subrayó que esta situación va en contra de la Convención sobre los Derechos de los Niños aprobada por la Organización de la Naciones Unidas (ONU), en la cual se señala al matrimonio infantil como una forma de esclavitud que no tiene ninguna justificación y debería ser penalizado como un crimen.
“El matrimonio infantil puede acarrear trabajos forzados, esclavitud, prostitución, violencia, asimismo pone en peligro su salud física y mental, como los embarazos prematuros”, sostuvo la diputada
Por otro lado, se deja a un lado lo establecido por el artículo primero de la Constitución, que estipula que todos los tratados internacionales en materia de derechos humanos ratificados por el Estado son obligatorios.
El punto de acuerdo turnado a la Comisión de Juventud específica que las modificaciones a la legislación civil de los estados contribuirán a reducir los riesgos de violencia hacia las niñas y el embarazo en adolescentes.
Además que brindará mayor atención al cumplimiento de los derechos de las niñas y los niños, su acceso a la educación y a las oportunidades que les permitan desarrollarse plenamente.
La diputada explicó que este tema es fundamental, ya que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2010, un total de 434 mil niños y adolescentes se encuentran casados o en unión libre. De ellos, más de 32 mil tenían entre 12 y 14 años, mientras que alrededor de 402 mil fluctuaban en edades de 15 a 17 años.
De igual manera, un estudio sobre los adolescentes mexicanos, realizado por el mismo instituto, concluyó que más de 240 mil menores de 18 años se han enfrentado ,por lo menos, a una disolución de su matrimonio como consecuencia de su incapacidad para sobrellevar este tipo de responsabilidades.
Juárez Piña agregó que el matrimonio infantil viola los derechos humanos y representa la forma más generalizada de abuso sexual y explotación de las niñas.
Esto debido a que el matrimonio crea vínculos, establece una serie de obligaciones, derechos y mandatos respecto a los roles de género, lo que se traduce en relaciones de poder desiguales.
Puntualizó que las consecuencias negativas del matrimonio a temprana edad son la separación de la familia y los amigos, la interrupción de su educación, la reducción de oportunidades.
Destacó que según datos de la ONU indican que en los países en desarrollo, el 90 por ciento de las madres adolescentes entre 15 y 19 años de edad están casadas, y que las complicaciones propias del embarazo son la principal causa de muerte de las jóvenes en ese rango de edad.
En lo que respecta a México, la atención de partos es la sexta causa de muerte entre la población de 10 a 14 años, lo que permite identificar un importante problema de salud pública: el embarazo adolescente.