Ante “el elevado índice de mortandad” de micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) por falta de crédito y mercado, las cooperativas deben convertirse en alternativa para crear empleos formales y modificar la forma de producción en México, afirmó la diputada Alliet Mariana Bautista Bravo.
En entrevista, la presidenta de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social urgió a considerar este modelo más por su aspecto económico que social, y como parte de una política de Estado, con presupuesto etiquetado, a fin de diseñar y aplicar una estrategia integral a nivel municipal, estatal y federal.
El objetivo es visibilizar al cooperativismo como una potencial alternativa económica.
Propuso la diputada Bautista Bravo que del presupuesto destinado a programas asistencialistas, una parte significativa se reoriente para organizar cooperativas tanto de producción como de consumidores y de servicios. “El propósito es que la gente pueda autoemplearse”, indicó.
El esfuerzo en favor de las Mipymes puede apoyarse con este esquema cooperativista y consolidar la sobrevivencia de empresas formales, consideró la perredista.
Advirtió que el cooperativismo debe dejar de ser un esfuerzo aislado de un grupo de trabajadores emprendedores que se han quedado sin empleo o que ante los abusos de un patrón buscan otra opción de actividad económica, advirtió la legisladora mexiquense.
Refirió que información del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados señala que por lo menos 25 programas sociales se enmarcan en el artículo 25 constitucional, cuyo párrafo séptimo menciona las actividades económicas del país relacionadas con la economía social, y una de ellas es el cooperativismo, con todo un potencial.
“La economía social está considerada como una palanca de desarrollo y 25 programas sociales del gobierno federal van enfocados hacia esa actividad, es decir, a las cooperativas, a los ejidos, a asociaciones de trabajadores”, precisó la diputada del PRD.
Si esto se impulsara como una política de Estado de forma transversal, la nación podría tener la posibilidad de establecer un nuevo paradigma de organización para el autoempleo, aseguró.
Destacó que desde la Cámara de Diputados, mediante la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social, se trabaja en construir “un andamiaje jurídico para que puedan existir más cooperativas”.
Bautista Bravo indicó que en paralelo a la Reforma Financiera, esta Comisión presentará iniciativas complementarias para redefinir el tratamiento legal de las cooperativas, en particular el trato que le otorga el Instituto Mexicano del Seguro Social.
En la ley del IMSS no se tiene un apartado especial para las cooperativas, las cuales tienen que pagar doble tributación; es decir, como patrones y empleados, cuando en realidad “son la misma persona”.
Asuntos de este tipo tienen que revisarse y actualizarse dentro del marco legal en el cooperativismo mexicano, para que se les otorgue un trato diferenciado, porque no corresponde al común de las empresas, donde existe un patrón y una subordinación del empleado. “En las cooperativas no es así, los trabajadores son sus propios patrones y socios, son los dueños”, explicó.
Destacó que en lugar de alentarse, el cooperativismo se desincentiva, porque tiene que tributar doble, e insistió en la necesidad de diseñar un nuevo andamiaje jurídico, propio de la economía social.
Bautista Bravo sostuvo que el cooperativismo debe proyectarse hacia futuro como una alternativa viable de producción y empleo, a fin de que sea un medio de una economía social y solidaria, pues hoy no ha logrado resarcir el desempleo.