El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados señaló que actualmente el valor de las exportaciones e importaciones agropecuarias de México es mucho menor al de sus socios en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN).
Indicó que de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC), las ventas mexicanas de productos agropecuarios se contabilizan en 22 mil millones de dólares, mientras que las de Estados Unidos y Canadá suman 172 mil millones y 63 mil millones de dólares, respectivamente.
A través del documento “Tarifas y otras barreras al comercio agropecuario”, publicado en su página de Internet, este centro de estudios agregó que el 77 por ciento de las exportaciones mexicanas del sector tiene como destino la región del TLCAN, mientras que para Estados Unidos y Canadá ese valor es de 28 y 51 por ciento.
Mencionó que las importaciones agropecuarias de México contabilizan 28 mil millones de dólares, mientras que el valor de las de Estados Unidos y Canadá suman 142 y 39 mil millones, para uno y otro.
Las compras agrícolas y pecuarias de nuestro país, provenientes de las naciones del TLCAN representan 79 por ciento del total, mientras que para Estados Unidos y Canadá los valores respectivos son de 35 y 64 por ciento, respectivamente.
El CEDRSSA argumentó que esas cifras muestran que México es más dependiente que Estados Unidos y Canadá de la región del TLCAN, en cuanto al intercambio comercial de productos agropecuarios.
Respecto a los aranceles, precisó que si bien México, Estados Unidos y Canadá, en el marco de ese tratado comercial, acordaron eliminarlos gradualmente en la mayoría de sus importaciones de productos agropecuarios provenientes de la zona de América del Norte, los tres países han mantenido relativamente altos aranceles para aquellos insumos considerados de importancia nacional.
Así por ejemplo, la producción doméstica y el apoyo a los productores de lácteos en Canadá ha sido una prioridad, por lo cual permanecieron altos aranceles a la importación para limitar la competencia externa en el mercado nacional.
CEDRSSA subrayó que en general, México tiene un nivel de protección arancelaria para los productos agropecuarios más alto que Estados Unidos y Canadá, medido a través del nivel promedio de los aranceles utilizados. Sin embargo, estas dos naciones aplican tarifas relativamente más elevadas en algunas de las fracciones arancelarias.
Estados Unidos llega a aplicar a sus importaciones de bebidas y tabacos aranceles de hasta 350 por ciento, un nivel de tarifa muy superior al máximo designado por México a ese grupo de productos. En tanto, Canadá impone a las importaciones de lácteos aranceles de hasta 314 por ciento, los cuales son muy superiores a los máximos utilizados por México y en Estados Unidos para ese conjunto de productos.
De igual forma, relató que las naciones utilizan con más frecuencia otro tipo de medidas no arancelarias como forma de proteccionismo encubierto para sus productores, como es el uso de Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) y Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF).
En el documento, el CEDRSSA detalló que los OTC incluyen regulaciones técnicas, estándares de calidad de los productos, regulaciones ambientales y procedimientos voluntarios orientados hacia la salud humana y el bienestar de los animales.
Las MSF son leyes, regulaciones, estándares y procedimientos que los gobiernos utilizan con la finalidad de proteger la vida o salud de los humanos, animales y plantas de los riesgos asociados a la propagación de las plagas, de las enfermedades o de los organismos portadores y trasmisores de las enfermedades, y/o de los aditivos, toxinas y/o contaminantes en los alimentos, bebidas y/o en la alimentación para el ganado.
Puntualizó que las medidas OTC y MSF pueden representar obstáculos para el libre flujo de los productos entre los países, pues el esfuerzo de una nación importadora para garantizar la inocuidad en la oferta de sus alimentos puede causar una restricción no deliberada en el comercio internacional.
Además, las naciones importadoras pueden utilizar medidas OTC y MSF como una forma de proteccionismo encubierto para aislar a sus productores de la competencia externa.
De igual modo, expresó que las medidas MSF y OTC pueden implicar costos significativos para los productores y/o exportadores de productos agropecuarios y/o de alimentos, los cuales necesitarían en ocasiones realizar cambios costosos en los procesos de producción y/o comercialización para cumplir con los nuevos requerimientos.
En casos extremos, añadió, las medidas MSF y OTC pueden determinar que se detengan las importaciones de un producto, lo cual puede resultar en pérdidas significativas para los productores, exportadores y para una nación en su conjunto.
Por otra parte, este tipo de medidas pueden resultar en beneficios para las naciones importadoras, quienes podrían ver una oferta de alimentos más inocuos, menos plagas y enfermedades asociadas con la importación de ciertos productos agropecuarios y pesqueros, y una menor degradación de los recursos naturales.