El pasado 7 de junio se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las reformas a los artículos 2, 12, 14 y 42 de la Ley de Ciencia y Tecnología, los cuales promueven e incentivan ahora la participación equitativa y sin discriminación entre mujeres y hombres en todos los ámbitos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. De igual manera, se menciona que se deben ampliar las oportunidades para las mujeres en la educación, formación y consolidación de recursos humanos para la ciencia.
Al respecto, la directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Julia Tagüeña comentó: “Si no se permite a las mujeres que participen en la actividad científica, se le quita el 50% del talento a la humanidad. Los hombres y las mujeres tenemos posiciones y diferencias biológicas, y esta riqueza aporta a la ciencia porque hay problemas que una mujer puede ver desde otro ángulo, sin que se piense que la ciencia tiene género”.
La ciencia contemporánea está basada en el trabajo en grupos, en equipos multidisciplinarios y de redes, y en estas redes las mujeres son fundamentales pues enriquecen la actividad científica, aseguró la también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Por su parte, Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expuso los retos en el tema: “Falta implementar las medidas para lograr esta equidad, porque la ley abre las posibilidades pero las ideas las tenemos que dar las mujeres; por ejemplo, la diferencia de edades: en la Academia Mexicana de Ciencias los premios se otorgan a los hombres a los 38 años de edad y a las mujeres a los 40; porque nosotras tenemos generalmente un rezago en la etapa de la reproducción”.
“Hay que tomar medidas que favorezcan el ingreso de las mujeres; sobre todo, en algunas áreas como la física, matemáticas e ingenierías. Las mujeres requieren de más recursos como otorgar más plazas y becas para que estudien en áreas de ciencias”, destacó.
También se deben orientar a las niñas a las ciencias. La diferencia destaca en los juguetes, a las niñas les dan trastecitos, muñecas, casitas para que se dediquen al cuidado de la casa; a los hombres se les dan juegos de armar. Hay que buscar que las niñas desarrollen un pensamiento abstracto porque tienen toda la capacidad, comentó la ex presidenta y primera mujer en tener este cargo en la AMC.
La directora de la División de Ciencias del Agua y Secretaria del Programa Hidrológico Internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Blanca Jiménez, destacó que una de las prioridades de este organismo es la equidad de género.
“La mujer en la toma de decisión de ciertos temas cambia las prioridades, son diferentes porque conviven y conocen otra realidad. Qué bueno que la equidad está permeando los niveles bajos, pero también tiene que llegar a los altos”, de acuerdo con la vicepresidenta de la AMC.
“En la historia de la ciencia, la mujeres siempre tuvieron algún hombre que las apoyó y creyó en su trabajo. Cuando a Pierre Curie le dijeron que lo nominarían en la lista del Premio Nobel, él dijo que aceptaría si también se lo daban a Marie Curie. La Academia cedió y se los dio, pero no hay que olvidar que Marie Curie también ganó el Premio Nobel de Química cuando su esposo ya había fallecido. Pierre Curie realmente estaba apoyando su talento”, finalmente comentó la doctora Julia Tagüeña.