La senadora panista Beatriz Zavala Peniche denunció que en un acto de represión pocas veces visto en la historia de Yucatán, grupos de choque contratados por el gobierno priísta de Ivonne Ortega y apoyados por policías vestidos de civil, tiñeron de sangre a Mérida.
Los acusó de golpear salvajemente a decenas de manifestantes que se oponen a la construcción del “paso deprimido” en la glorieta de la prolongación de Montejo.
Añadió que testigos de los hechos atestiguaron la saña y crueldad con que actuaron los sujetos contratados, porque no tuvieron límites, ya que atacaron igual a mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad, dejando decenas de heridos en la “Glorieta de la Paz”. Entre los agredidos estuvo el cónsul honorario de Holanda en Mérida, José Enrique Gutiérrez López, quien estuvo al borde de la muerte.
La legisladora aseguró que fueron más de 15 horas de tensa manifestación, con una serie de conatos de bronca y enfrentamientos que derivaron en la salvaje golpiza, sin que interviniera la policía.
La Coparmex y la Conacome condenaron la brutal agresión, censuraron que las autoridades expidieran una “licencia para golpear” a sus grupos de choque y exigieron que se persiga y castigue a los agresores, entre quienes había incluso mujeres.