Por Guillermo Pimentel Balderas
La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), pugnará por no limitar el pago de salarios caídos a un año y que después de ese lapso se paguen tres meses más con interés mensual de dos por ciento, “porque ese dinero no le sirve de nada al trabajador”.
La propuesta, es que se paguen los salarios caídos en tanto no exista un fallo laboral y en todo caso que sean las Juntas de Conciliación y Arbitraje las que después de un año de litigio, asumen el costo de los salarios caídos.
Lo anterior, para obligar a que las Juntas de Conciliación de mayor celeridad a los juicios laborales que se prolongan hasta por cinco y siete años por los lentos avances burocráticos que perjudican al trabajador.
En la reforma a ley laboral, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, evitará que se pierdan derechos laborales y que el trabajo decente y la justicia laboral expedita sean parte integral de esa nueva legislación que analiza la Cámara de Senadores.
A nombre del dirigente nacional de la CROC, senador Isaías González Cuevas, el secretario general de Vanguardia Obrera, Salim Kalkach, inauguró en esta capital La Jornada Mundial por el Trabajo Decente que impulsa la Confederación Sindical Internacional (CSI) para evitar continué la precarización del empleo.
El ponente señaló que la principal preocupación de la CROC es la generación de empleo estable, bien remunerado y con seguridad social que es la base para un crecimiento sustentable con justicia social.
“La postura de la CROC es ni un paso atrás en los derechos laborales y nuevos esquemas salariales para una mejor redistribución del ingreso porque de nada sirve el crecimiento de la economía si no hay una redistribución adecuada de esa riqueza”, subrayó.
Precisó que en la propuesta de reforma laboral, la CROC pugna por esquemas salariales vinculados a la capacitación y productividad que deberán implementar las empresas a fin de que los trabajadores sean partícipes directos de la riqueza generada, además de mecanismos legales que garanticen su permanencia en el empleo a través de la contratación colectiva aun y cuando laboren por tiempo determinado.
Y es que, detalló, de acuerdo a una encuesta levantada por la CSI que agrupa a más de 160 millones de trabajadores en el mundo, 66 por ciento de los trabajadores tienen permanente temor de ser despedidos para ser recontratados en condiciones deplorables o a través del outsourcing “lo que se debe evitar en el contenido de la reforma laboral”.
En el evento, la académica del Colegio de México, experta en políticas públicas de empleo, Luciana Gandini, dijo que el concepto de trabajo decente implica 19 principales indicadores entre ellos empleo estable, bien remunerado y con seguridad social que en todos los países mantiene una línea descendente por las nuevas formas de contratación más flexibles “que deberán ser perfectamente puntualizadas en el análisis de la reforma laboral”
Expresó que en esa lucha contra la precarización e inestabilidad del empleo, las organizaciones sindicales tienen que hacer un frente común y revigorizarse para evitar que continúe a la baja la tasa de sindicalización que en México es de sólo 9.0 por ciento de la fuerza laboral, frente al 18 por ciento en naciones de América Latina.