El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados señaló que entre 2007-2012 persistió una tendencia descendente de la actividad industrial, debido a que la baja inversión impidió incentivar la producción.
En el documento “Evolución del Desempeño del Sector Industrial, 2007-2012”, precisó que el objetivo de potenciar la productividad y competitividad fue limitado para impulsar un crecimiento económico sostenido a lo largo de ese periodo de seis años.
La industria mexicana, detalló, enfrenta aún obstáculos para alcanzar una mayor competitividad frente a otros países. De acuerdo con el reporte del Foro Económico Mundial (FEM) de 2012-2013, México se encuentra rezagado en competitividad, pues en 2012 se posicionó en el lugar 53, mientras que en 2006 ocupaba el 52.
Expuso que el entorno económico global ofrece un panorama poco alentador para impulsar la manufactura relacionada con el comercio exterior, pues factores como el débil crecimiento, la desaceleración de la economía estadounidense, la incertidumbre financiera internacional, y el incremento y la volatilidad en los precios de las materias primas se convierten en riesgos que debe afrontar la industria nacional, haciendo necesario impulsar el mercado interno para amortiguar los embates de la menor demanda externa.
Indicó que entre los cinco principales factores que impiden a la industria nacional hacer negocios destacan la corrupción, que aumentó de 13.1% en 2008 a 16.4% en 2012, y la inseguridad pública -crimen y delincuencia-, la cual incrementó de 6.7% en 2008 a 16.3% en 2012.
Otras trabas que han mermado la actividad industrial son la ineficiencia burocrática, que a pesar de que se redujo, de 18.4% en 2008 a 14.2% en 2012, continúa entre los primeros cinco lugares; el acceso al financiamiento, que pasó de 7.7% a 10.1%, lo que dificulta más obtener un crédito, y la regulación laboral restrictiva, que pasó de 10.0% a 9.3% en 2012.
El CEFP añadió que otros indicadores que reflejan desventajas competitivas para la industria, son la infraestructura total, que permanece en el lugar 68; la eficiencia en el mercado laboral, que pasó de la posición 92 en 2007 a la 102 en 2012, y la eficiencia tecnológica, que pasó del sitio 60 en 2007 al 72 en 2012.
Además, agregó, el potencial innovador de México se ve obstaculizado por la escasa capacidad de innovación, en el lugar 75.
Puntualizó que el dinamismo industrial observado al inicio del sexenio no ha logrado alcanzar los niveles de 2006, cuando se registró una tasa de crecimiento de 5.7 por ciento. Entre 2011 y agosto de 2012, se aprecia un periodo de crecimiento moderado con tasas inferiores al 5.0 por ciento.
En el documento, el CEFP abundó que a partir de 2007 esta actividad comenzó a presentar una pérdida de dinamismo, al crecer sólo el 2 por ciento, lo que profundizó una contracción de la producción industrial entre 2008 y 2009 inducida por el efecto de la crisis financiera internacional.
Mencionó que aunado a esta contracción, en abril de 2009 la situación se agravó con el anuncio de la alerta por el brote de influenza (AH1N1).
Ello contribuyó a la caída de 9.9 por ciento registrada en la producción manufacturera entre abril y mayo de 2009. En el caso de la construcción, permaneció contraída durante 24 meses, tanto por la caída de la inversión -a consecuencia de la crisis financiera- como por la contracción del consumo y el crédito, derivada de la menor generación de empleos.
De igual modo, añadió el CEFP que en lo que concierne a la mayor apertura comercial, en el periodo 2007-2012 se incrementaron las importaciones y continuó a la reducción de aranceles, con el fin de que las empresas se abastecieran de insumos en condiciones competitivas.
Por ello, resaltó el CEFP, se requiere impulsar una política industrial integral que contemple tasas de interés para fomentar el crédito y el financiamiento, fortalecer las cadenas productivas intersectoriales promoviendo las áreas que no se encuentren altamente tecnificados, y apoyar a las ramas industriales desprotegidas, principalmente, las vinculadas al comercio exterior.