El presidente Felipe Calderón Hinojosa, en mensaje a medios de comunicación, señaló que hoy es un día de duelo para todo México por el ataque a un casino en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, donde fallecieron más de 50 personas. Aseveró que se trata de un crimen imperdonable, que toda la sociedad debe condenar y rechazar con energía.
El presidente Calderón externó a todos los familiares de las víctimas, sus más profundas condolencias por esta terrible e irreparable pérdida. Manifestó que, precisamente, porque el país comparte su dolor y porque todo México se solidariza con Nuevo León, se declara Luto Nacional por tres días, a partir del 25 de agosto, fecha en que se cometieron estos hechos atroces.
Asimismo, indicó que el Gobierno Federal pondrá todos los recursos legales, institucionales y económicos a su alcance, para identificar a los responsables de estos acontecimientos y hacerlos pagar por su crimen.
Para ello, el Primer Mandatario instruyó a la Procuraduría General de la República para que, en coadyuvancia con la Procuraduría de Justicia del Estado de Nuevo León, investigue y lleve a los tribunales a todos los responsables de estos actos. Le instruyó, también, a ofrecer una sustancial recompensa económica a quien aporte información que, de manera cierta, lleve a la captura de estos asesinos.
El presidente Calderón informó, también, que se reforzará la presencia de las Fuerzas Federales en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Monterrey y en el Noreste del país.
Asimismo, el Ejecutivo Federal llamó al Congreso de la Unión, al Poder Judicial, y a los gobiernos estatales y municipales a dotar de certidumbre jurídica a las Fuerzas Federales, a revisar sus estructuras e integrantes, y a acelerar el paso para cumplir con el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, y con las disposiciones que establece la Ley de Seguridad Pública, respectivamente.
El presidente Calderón hizo un llamado a la sociedad, al Congreso, y al Gobierno de los Estados Unidos para que reflexionen acerca de la tragedia que se vive en México y muchos países latinoamericanos, a consecuencia, en gran parte, del consumo insaciable de drogas en el que participan millones y millones de norteamericanos.
Indicó que México ya no puede ser la puerta de acceso, ni tampoco pagar las consecuencias que ese mercado genera y que se traduce, no sólo en cientos de miles de millones de dólares ilícitos, provenientes del mercado negro, sino, también, en miles de muertos, a consecuencia de la violencia que ejercen las bandas criminales abocadas a ese negocio.
El Primer Mandatario pidió al Congreso y Gobierno estadounidenses que cierren de una vez la criminal venta de armas de alto poder y fusiles de asalto, a los delincuentes que operan en México.
Manifestó que el Gobierno Federal va a perseverar y a redoblar el esfuerzo hasta alcanzar la paz y la justicia. Continuaremos, manifestó, con el trabajo responsable, solidario con Monterrey, con Nuevo León, con el país entero, para librar a México de la barbarie criminal, para desarticular a la banda que perpetró este ataque, y a cualquier organización delictiva, no importa el signo que ostente, y que pretenda atemorizar y someter a nuestra gente.
El presidente Calderón señaló que es momento de unidad entre todas las fuerzas políticas, los Gobiernos municipales, estatales y Federal, el Congreso de la Unión, el Poder Judicial, las organizaciones civiles, los comunicadores y todos los mexicanos, porque nuestro país es mucho más fuerte que un puñado de criminales que quieren imponer el miedo por ambición.
Finalmente, afirmó que hoy todos y cada uno de los mexicanos tenemos una responsabilidad con la Patria, y nadie puede quedar al margen de este esfuerzo, que es por México, por su seguridad, la justicia, la legalidad. El México que queremos.