El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es el más corrupto del mundo y quien lo dirige, Elba Esther Gordillo Morales, es una mafiosa, expresó a grito abierto el senador Ricardo Monreal Ávila, a quien el también senador Rafael Ochoa Guzmán, le respondió que “es usted un asqueroso”.

Todo esto ocurrió en la sesión pública ordinaria del Senado de la República del jueves 3 de marzo de este 2011, donde el senador perredista Jesús Garibay, se dijo avergonzado de todo lo que se dijeron ambos legisladores y pidió al presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones, que se retiraran del Diario de los Debates las expresiones insultantes.

Y aun cuando esta barbaridad de excluir hechos del documento de reseña parlamentaria fue aceptada por el presidente del Senado de la República, con lo que prácticamente se distorsiona la historia y se tuerce lo que realmente ocurre en el parlamento mexicano, Monreal y Ochoa Guzmán siguieron sacándose sus trapitos al sol, uno atacando a la maestra Gordillo y el otro defendiéndola.

“No le tengo miedo a la maestra; me voy a enfrentar a ella, aunque sé el poder que tiene, pero a mi no me espanta como a muchos que no se atreven a hablar de ello; se le tiene un temor exacerbado, pero yo seguiré insistiendo en que es tiempo de ya se vaya esta mujer y que no le haga más daño a la educación en México”, expuso una y otra vez el senador Ricardo Monreal, ahora abrigado con la camiseta del Partido del Trabajo.

Esto engalló todavía más al senador Ochoa Guzmán, quien solicitó la palabra para desde su escaño revelar que Monreal, cuando era gobernador de Zacatecas, le pidió ayuda a la maestra Gordillo: “Qué bueno que hace referencia al poder de la profesora, porque a ella usted le pidió apoyo para calmar a un puñado de maestros que le estorban en su estado”, le dijo también a grito abierto.

Todo empezó porque Monreal presentó un punto de acuerdo ante el pleno para pedir a la Secretaría de Educación Pública un informe mensual, respecto de los maestros que están comisionados con goce de sueldo.    

Esto desató el enfrentamiento verbal entre los dos senadores, quienes se dijeron todo tipo de “lindezas” y se insistieron mutuamente en que son, desde cobardes, hasta mafiosos, y todo lo que un rosario de insultos.

El acalorado debate terminó con la sugerencia del presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones, para que esta discusión la continuaran en la comisión a donde se turnó el punto de acuerdo, pero Monreal con concluyó con su advertencia de que “seguiré luchando por esta causa”.

Al término de la sesión esta “Grilla en el Poder” preguntó al senador Monreal si retirar lo ocurrido del Diario de los Debates no es torcer la historia parlamentaria del país, a lo que apresuradamente contestó: “No, no, yo voy a solicitar que se quede”… Y partió raudo y veloz.