José Jacobo Femat, presidente de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (COCYP), pidió al presidente Enrique Peña Nieto no poner en manos de empresas privadas el diseño de programas públicos agropecuarios y el destino medioambiental de México, pues aseguró que han causado daños ecológicos al país, y advirtió que existe el peligro de perder un millón de hectáreas de bosques y selvas en este sexenio.

Jacobo Femat, demandó que la actual administración pase de los anuncios espectaculares a las acciones concretas y recordó que hasta el momento las políticas gubernamentales han sido erróneas, como el fomento de una cultura depredadora de los recursos naturales que “necesitamos, por lo menos, 100 años para su recuperación”, subrayó.

En entrevista, el líder agrario expuso que ante la convocatoria del Presidente Enrique Peña Nieto a todos los mexicanos a participar en las consultas nacionales, regionales y estatales para conformar el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, dijo que es momento de planear el futuro de México, el país demanda una política sustentable para el campo en los próximos 6 años pues puede perder 1’000,000 de hectáreas de bosques y selvas en este sexenio.

Hizo ver al Jefe del Ejecutivo Federal que considerando lo expuesto el jueves pasado en el sentido de que: “ejerceré un gobierno abierto y cercano a la gente, un gobierno que pida opinión, que escuche a la ciudadanía y con base en ello tomar las mejores decisiones”, planteó la urgencia de construir una política agropecuaria responsable y sustentable, que se cimente en el fomento de una cultura ciudadana y gubernamental de protección de los recursos y elementos naturales para garantizar el hábitat adecuado para las generaciones presentes y futuras.

Destacó que México deforesta aceleradamente su territorio en más de 500 hectáreas de bosque y selva cada día con más de 10,000 puntos de explotación permanente en el territorio nacional.

También, agregó, contribuye la apertura de tierras de monocultivos comerciales para la producción de biodiesel como la caña de azúcar, palma aceitera y jatropha en regiones del trópico húmedo, arrasando selvas y bosques de los estados de Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Chiapas.

Puntualizó el presidente de la COCYP que “Solo espero que el Presidente Peña Nieto cumpla su palabra y acepte las propuestas que hacemos, pues al daño ecológico y medioambiental causado por las empresas privadas, mineras, turísticas, constructoras, agrícolas y forestales, es completado por las empresas extranjeras productoras y distribuidoras de agroquímicos y semillas transgénicas, que no solo contribuyen a la desertificación del territorio, sino además, envenenan la tierra, los mantos acuíferos y acaban con flora y fauna silvestre, elementos importantes para mantener los equilibrios naturales para la vida humana, vegetal y animal”, aseveró.

“La SAGARPA y el resto de las secretarias del gobierno federal, en conjunto con la sociedad, debemos actuar con responsabilidad en la construcción de políticas y programas que garanticen no solo la rentabilidad económica rural, también debemos asegurar la sustentabilidad ecológica y medioambiental en todas las actividades agropecuarias, mineras, turísticas, forestales y producción de bioenergías”, indicó.

Especificó que es importante definir políticas públicas y lineamientos para crear un ordenamiento territorial del país que ponga fin a la anarquía y el abuso en la explotación de la tierra, el agua, el aire, los recursos naturales y minerales.

Ante todo ello, Jacobo Femat demandó al presidente de México poner freno a la deforestación y al crecimiento horizontal de las ciudades que tengan como prioridad del país la conservación y cuidado del medio ambiente y los equilibrios naturales, que garantice el futuro de la vida humana, vegetal y animal; que fomenten cultura en la explotación racional de los recursos minerales y energéticos para el desarrollo y bienestar de la población nacional.