Mientras las grandes empresas agroalimentarias acaparan la mayor parte del presupuesto para desarrollo rural, el 80 por ciento de los campesinos (pequeños productores para autoconsumo) no tiene acceso a recursos federales, acusó el diputado Mario Rafael Méndez Martínez, presidente de la Comisión Especial de Seguimiento a las Evaluaciones del Programa Especial Concurrente.
Se pronunció por eliminar los “candados” existentes en las reglas de operación de los programas destinados al agro para facilitar su acceso, sobre todo porque “la gran mayoría de los pequeños productores de autoconsumo no tienen quien gestione por ellos”, aseguró en entrevista.
Propuso que el Congreso intervenga en la revisión de las reglas de operación y no sólo tenga esa facultad el Ejecutivo. Urgió a que trabajen de forma bipartita para elaborarlas y dictaminarlas, a fin de que no sean burocráticas ni discrecionales, y cumplan realmente el objetivo de atender a los hombres del campo que lo requieren, en particular a los de autoconsumo que son la mayoría.
Destacó que las reglas de operación se han convertido en un freno, porque cada año aplican un candado más para que el pequeño productor nunca acceda a los recursos. Después se argumenta que no se ejerció ese presupuesto por la falta de proyectos.
“Eso no es cierto, hay miles de proyectos; también extrema pobreza y excesiva burocracia” que colocan al campo como uno de los sectores más olvidados y con una situación muy crítica.
Aseguró que entre el 20 y 30 por ciento de todo el presupuesto etiquetado para el medio rural se regresa por no haberse ejercido debido a los candados en las reglas de operación y a la poca información que poseen los campesinos.
De los 313 mil 789 millones 900 mil pesos etiquetados al Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC) para este año en el Presupuesto de Egresos de la Federación, el 60 por ciento de esos recursos lo absorben las grandes empresas agroalimentarias, tanto nacionales como extranjeras, estimó el legislador federal.
Se argumenta que las agroindustrias son las que producen y procesan los alimentos, y “eso no es cierto, porque la gran mayoría de los campesinos vive de su autoconsumo”, son millones de pequeños productores, entre comuneros y ejidatarios, que no son tomados en cuenta, reiteró.
Apuntó que las iniciativas relativas al agro se refieren superficialmente al pequeño productor, por lo que demandó atender a estos campesinos, porque hasta ahora nadie ha etiquetado un recurso mínimo del 40 por ciento del presupuesto del campo para atender especialmente a los productores de autoconsumo.
“La problemática de los pequeños productores del campo no se ha atendido de forma eficaz al etiquetar recursos específicos desde la Cámara de Diputados, y que estén direccionados hacia las secretarías que tienen que ver con el campo”, subrayó.
Urgió a realizar estas acciones a fin de que los jóvenes del campo tengan alternativas de trabajo y no sean la delincuencia organizada ni la migración hacia Estados Unidos, las válvulas para captar esa mano de obra, mientras el campo se devasta por falta de apoyos efectivos.
Méndez Martínez advirtió que “ni todos los políticos, ni todas las organizaciones sociales o gremiales representan ni siquiera al 50 por ciento de los campesinos del país; están aislados, sin representación, y sin apoyo ni orientación técnica para poder conseguir los recursos de los programas federales”, sostuvo.
El presidente de la mencionada comisión también destacó la desigualdad en la distribución de los recursos, ya que del centro al norte del país se canaliza más del 80 por ciento, y al sureste y sur va el restante 20 por ciento, pese a que son las regiones que concentran la pobreza extrema y la mayor marginación.
Señaló que Tamaulipas recibe el 15 por ciento del total de los recursos del campo, mientras que Oaxaca obtiene sólo el 1 por ciento; “esa es la medida que se da en todos los demás sectores productivos del país”, aseguró Méndez Martínez.
Planteó que debe haber voluntad y sensibilidad política para distribuir el presupuesto en el agro nacional, porque todo se ha enfocado a apoyar a las grandes agroindustrias, lo cual ha alentado la importación de hasta el 60 por ciento de los alimentos que se consumen, y el campo sufre graves desventajas sociales.
El diputado Méndez Martínez apeló a la capacidad de concertación de las distintas fuerzas políticas para redistribuir de manera equitativa el presupuesto destinado al campo, a fin de revertir la tendencia y emprender su rescate, el cual subrayó, no puede rezagarse más.