Eduardo Rodríguez-Oreggia y Román, director de Doctorado en Políticas Públicas del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, consideró que la desigualdad y la pobreza en México se basa principalmente en las oportunidades que existan en el mercado laboral.
Durante el foro “Pobreza, desigualdad y desempleo: obstáculos para el crecimiento”, organizado por la Cámara de Diputados, dijo: “La oferta laboral ha sido el principal mecanismo de los hogares para proveer ingresos, de tal suerte que la posibilidad del mercado de trabajo se refleja en la vulnerabilidad para caer en la situación de pobreza para salir de ésta o continuar”.
Destacó que los shocks macroeconómicos como los de 2008 y 2009 afectaron al mercado de trabajo y generarán mayor pobreza por la reducción de salarios reales, despidos y recortes en gasto.
Refirió que de los 47 millones de mexicanos económicamente activos, los que tienen acceso a seguridad social son cerca de 17 millones, los otros 30 millones carecen de esos beneficios.
Por su parte, Gerardo Castillo Ramos, investigador del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) coincidió en que al menos un 10 por ciento del total de la población en México se emplea en el sector informal, lo que representa un freno para el desarrollo de la productividad.
Lo anterior, explicó, porque este sector carece de capacitación, de acceso al financiamiento y al crédito, a diferencia del formal. Resaltó que el 25 por ciento del total de los informales se emplean en la Ciudad de México.