Las madres solteras enfrentan desigualdad laboral, bajas posibilidades de desarrollo social y económico, falta de seguridad social, nulas opciones de superación educativa y sueldos insuficientes para sostener un hogar, afirmó la diputada Merilyn Gómez Pozos.
Precisó que, en promedio, por cada jefa de familia dos menores dependen de ella y el 76.6 por ciento de las mujeres madres adolescentes de 12 años o más sin escolaridad registrada, tienen cuatro o más hijos, a quienes por sus bajos ingresos no pueden ofrecer educación, vivienda, alimentos y vestimenta.
Por otro lado, destacó que las madres adolescentes de 12 años y más, hablantes de alguna lengua indígena, han tenido en promedio 3.5 hijos nacidos vivos y más del 80 por ciento de estas jóvenes sabe leer, pero únicamente 3.2 por ciento está inscrita en la escuela.
Ante esta situación, la legisladora presentó una iniciativa para reformar los artículos 4 y 12 de la Ley de Asistencia Social y 168 de la Ley General de Salud, para incluir como beneficiarias a las madres solteras.
El documento enviado a la Comisión de Salud puntualiza que las madres solteras no son reconocidas como parte de los grupos vulnerables, porque estos sólo incluyen a menores y adolescentes, discapacitados, adultos mayores; sin embargo, ellas comparten ciertas características con estos grupos.
El objeto de la propuesta es dotar a este segmento de la población con las herramientas y los instrumentos legales que garanticen los servicios de asistencia social, acceso al trabajo, a la seguridad social, a la vivienda digna y a los apoyos económicos. “Por ello, dijo, se requiere revisar los lineamientos de apoyos a madres solteras”.
Destacó que a pesar de recibir apoyos del nivel federal como en el del Distrito Federal, no han sido suficientes. “Las situaciones son diversas y adversas entre las jóvenes adolescentes, indígenas y mujeres que viven en el área urbana”, subrayó.
Consideró pertinente e imprescindible incluir a las madres solteras en la Ley de Asistencia Social y en la Ley General de Salud, entendiendo por madres solteras a las jóvenes y las indígenas que habitan en las zonas urbanas y rurales.
“Se requiere cambiar la legislación. Los diputados tenemos la obligación de atacar los índices negativos con oferta educativa y mayores apoyos diversos para las madres solteras”.