La Comisión de Estudios Legislativos del Senado de la República aprobó una minuta enviada por los diputados, a fin de facilitar los procedimientos para que autoridades federales puedan disponer de los vehículos que se encuentran abandonados en los servicios de depósito de guarda o que no son reclamados por sus propietarios.
En reunión de trabajo, los senadores señalaron que esta reforma a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal también implementa mecanismos para que, en su caso, los automóviles puedan ser destruidos o enajenados.
De igual manera, establece un mecanismo para que las autoridades correspondientes notifiquen a los particulares propietarios o poseedores de vehículos los supuestos en que se basaron para llevar a cabo dichas acciones.
En el documento se menciona que la acumulación de automotores en los depósitos se ha agravado “a tal extremo” que se estima que existen aproximadamente 1 millón 250 mil vehículos abandonados.
Se reconoce que este problema inicia por cuestiones legales de los propietarios, pero se agrava por cuestiones financieras derivadas de la estadía en las pensiones o corralones que generan un costo diario, que en la mayoría de los casos sobrepasa el valor del automóvil.
Ello, se precisa, provoca que el propietario decida no reclamar y obtener la recuperación de su auto, “ya que le cuesta más pagar el arrastre y la pensión, que lo que vale el bien”.
Se indica que los vehículos que son retenidos por las diferentes autoridades federales a lo largo del país y que no son reclamados por sus propietarios han provocado la acumulación de miles de automóviles en los patios de los permisionarios federales.
Asimismo, los depósitos están saturados por los vehículos provenientes de procesos penales federales y de aquellos que han sufrido accidentes o cometido violaciones administrativas en los caminos y puentes federales.
Esa acumulación excesiva --se destaca-- está provocando un gran daño ecológico en las áreas urbanas y rurales, debido a los óxidos ferrosos y a los escurrimientos de aceites, ácidos y combustibles que inevitablemente y constantemente emanan de los automotores.