Para infortunio político del PRI, la revelación de Jorge Navarro Sugich, procurador del estado de Sonora, en el sentido de que el diputado electo de esa entidad, Eduardo Castro Luque fue asesinado por su suplente Manuel Fernández Félix, revive la imagen de partido sangriento que alguna vez sufrió el tricolor.

La historia de asesinatos en el PRI es larga y sería ocioso recordar los episodios sangrientos y a las víctimas sacrificadas por motivos políticos, aunque esta noticia de inmediato generó repudios entre los propios priístas y se extienden a todo el mundillo político.

El resultado de la investigación se dio a conocer este lunes en Sonora, donde el procurador estatal convocó a conferencia de prensa para declarar oficialmente que Eduardo Castro Luque fue asesinado el pasado 14 de septiembre en el municipio de Cajeme, y que el diputado suplente Manuel Fernández Félix fue el autor intelectual del homicidio, por el cual pagó 40 mil pesos al presunto autor material.

El funcionario explicó que el crimen fue planeado desde que el priísta Castro Luque ganó las elecciones el 1 de julio y lo que pretendía su suplente era quedarse con la curul.

El político asesino Fernández Félix se encuentra prófugo, pero cuatro personas involucradas ya están detenidas y bajo arraigo. “La Procuraduría de Justicia va a ejercitar acción penal en contra de estas personas, quienes pueden alcanzar una pena de 25 a 50 años de prisión”, dijo el procurador Navarro Sugich.

Días antes la misma procuraduría estatal había informado que el diputado priísta asesinado iba llegando a su casa a bordo de una camioneta Ford Explorer de color blanco y al descender del vehículo un sujeto le disparó en repetidas ocasiones para posteriormente darse a la fuga con rumbo desconocido”.