Diputados, asociaciones refresqueras, productores de caña de azúcar, pequeños comerciantes y la Canacintra se pronunciaron en contra del impuesto a bebidas con azúcar añadida porque afectaría a los trabajadores rurales, generaría más informalidad y no contribuiría a reducir la obesidad.
Durante el foro “Impacto de la propuesta de la reforma fiscal 2014 en el sector rural”, el secretario de asuntos jurídicos y encargado de finanzas de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar (UNPCA) de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Lázaro Arias, aseguró que con el impuesto propuesto por el Ejecutivo se les da “el tiro de gracia” porque se perderían las ganancias de más de 400 mil toneladas del dulce.
Además, en los últimos cinco años el consumo del azúcar per cápita va hacia la baja “y la obesidad al alza; no aceptamos, ni aceptaremos que nos señalen como culpables de la obesidad”, destacó.
En su oportunidad, el presidente de la Unión Nacional de Cañeros, Carlos Blackaller, dijo que el impuesto de un peso por litro, más el 16 por ciento de IVA que ya pagan los refrescos, sumarían once pesos por kilo de azúcar, es decir, estarían cobrándose impuestos por 2.8 veces mayores que el ingreso del productor de caña que le dedica doce meses de trabajo a este cultivo.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, Víctor Serralde Martínez (PAN), aseguró que para terminar con la obesidad se necesita una política pública encaminada a mejorar la educación y los hábitos de alimentación, y no la estigmatización del azúcar como si fuera el único precursor del problema de sobrepeso que tiene nuestro país.
“El ordenamiento para el gobierno federal es ver por la salud de los mexicanos, pero debe hacerlo desde otra perspectiva; este impuesto no contribuye en nada a mejorarla”, destacó.
Consideró preocupante que la Secretaría de Salud no informe a qué acciones en contra de la obesidad se destinarían los recursos que recaude el impuesto a las bebidas azucaradas.
“Creo que en este foro va quedando bastante claro que es un impuesto recaudatorio y no necesariamente una medida que incentive hábitos alimenticios que mejoren a la sociedad. Si no lo sabe el propio secretario de Hacienda (Luis Videgaray Caso), mucho menos la Secretaria de Salud”, indicó.
Destacó que todas las asociaciones han coincidido en que el impuesto desincentiva el consumo del azúcar, agrava más la situación por la que atraviesan los cañeros y afecta a todos los puntos de la cadena productiva.
El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, Cuauhtémoc Rivera, señaló que el impuesto afectaría a 75 mil comerciantes que hay el país, porque la venta de refresco y de bebidas azucaradas representa el 40 por ciento de sus ingresos.
Destacó que las ventas de estos comercios están caídas, por lo que seis de cada diez operan con los “puros signos vitales” y advirtió que si se aprueba la política fiscal propuesta, los comerciantes que se auto emplearon por no encontrar un trabajo formal perderán ingresos y crecerá aún más la informalidad.
“El producto líder de los pequeños comerciantes es el refresco y las bebidas azucaradas, le sigue la panificación, los lácteos, las botanas, golosinas y las cervezas, este país consume eso. Nosotros no inventamos a los consumidores”, dijo.
En su oportunidad, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), Emilio Herrera Arce, aseguró que el impuesto a los refrescos para combatir la obesidad no tiene la capacidad de disminuir el contenido calórico total de la dieta de los mexicanos.
“El impuesto es ineficiente para combatir el sobrepeso y obesidad, el sustento de salud para generar este impuesto no le da la capacidad para impulsarlo”, señaló, luego de sostener que su recaudación no está destinada a promover el consumo de agua.
El vicepresidente de la Comisión de Alimentos, de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Pedro García, señaló que el consumo de refresco? no es el único factor que provoca la obesidad.
“El mexicano tiene una ingesta de 3 mil 300 calorías, ¿cuánto significa en la ingesta de refresco? 438 mililitros, según Videgaray Caso, que significan 200 calorías”, destacó.
En representación de la Secretaría de Salud, María Guadalupe Rodríguez Cabrera, indicó que siete de cada diez mexicanos tiene sobre peso u obesidad, además de que en los últimos 17 años se ha incrementado en un 60 por ciento el consumo de refresco.
Reconoció que el problema de obesidad es provocado por varios factores, “pero sin lugar a dudas se da por un consumo desmedido de calorías. La salud no es todo, pero sin salud no somos nada. De poco nos sirve tener ingresos, si no hay una población sana”.